Norte de Santander supera los 50.000 desplazados: crisis humanitaria por conflicto armado


El último informe del Puesto de Mando Unificado de la Gobernación de Norte de Santander, con corte al 28 de enero, reveló que el número de desplazados por el conflicto armado en la región ya superó la barrera de las 50.000 personas. Cúcuta, capital del departamento, se ha convertido en el principal epicentro de la crisis, concentrando cerca de 23.000 refugiados.

De los desplazados en Cúcuta, un poco más de 2.000 se encuentran alojados en hoteles, mientras que la mayoría busca refugio en casas de familiares y amigos. Otros han optado por abandonar el departamento, agravando la dispersión de las víctimas. Este panorama ha supuesto un desafío logístico sin precedentes para las autoridades locales y nacionales, que, en articulación con la empresa privada y la cooperación internacional, han desplegado esfuerzos significativos para atender las necesidades humanitarias más urgentes.

Caracterización de desplazados: una estrategia para optimizar la ayuda

Para enfrentar la crisis, el Ministerio Público liderará el censo de personas desplazadas por la violencia en la región del Catatumbo. Este proceso se llevará a cabo en el Centro Tecnológico de Cúcuta (CTC), ubicado en la avenida 6 #3-20 del barrio Comuneros, en la ciudadela Juan Atalaya.

En este centro, los desplazados podrán realizar sus declaraciones y completar la caracterización requerida para acceder a las ayudas humanitarias gestionadas por la Alcaldía de Cúcuta y otras entidades gubernamentales. Una vez finalizado el trámite, los ciudadanos recibirán un acta que los identifica como beneficiarios, documento necesario para reclamar la asistencia ante la Secretaría de Posconflicto u otras entidades.

Una atención integral para enfrentar la crisis

La magnitud de la crisis ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del gobierno local, que busca garantizar una atención digna y eficiente para las miles de familias afectadas. Las autoridades esperan que la caracterización en el CTC permita agilizar la entrega de ayudas humanitarias y restablecer la normalidad en la ciudad, mientras se continúa trabajando en soluciones estructurales para las comunidades afectadas por la violencia.

La cooperación entre los diferentes niveles del gobierno, el sector privado y organismos internacionales será crucial para superar este momento crítico y ofrecer a los desplazados no solo asistencia inmediata, sino también oportunidades para reconstruir sus vidas.

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