El
presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, no se deja intimidar por el
líder chavista Nicolás Maduro, que amenaza con meterlo en la cárcel, aunque
tampoco subestima el riesgo.
No es
la primera vez que recibe ataques del mandatario, una persecución que sufre
desde hace tres años, cuando comenzó a ejercer. «Aquí estoy y no me voy a ir
porque no le tengo miedo», afirmó en una entrevista a ABC celebrada en su
residencia, un piso minimalista sin muchos muebles y ubicado en una
urbanización de clase media de Caracas, fuertemente vigilada por el régimen.
Allí vive con su esposa, Fabiana Rosales, y sus dos hijas pequeñas, Miranda, de
cuatro años, y Mérida, de solo cinco meses.
¿Qué le pareció que los centros de recolección de
firmas para el revocatorio de Maduro estuvieran vacíos?
Es
evidente que es un fraude continuado de la dictadura, porque lo convocaron sin
anticipación, sin ningún tipo de promoción del evento y sin información,
violando la Constitución y sus propios reglamentos. Es igual a lo que hicieron
en 2021, 2020 y 2018 con la reelección presidencial, o lo de Barinas.
¿La lucha por salir del régimen de Maduro ya no es tan
atractiva?
Lo que
pasa es que está sometido a fraude. Hoy lo vimos en los centros electorales,
donde montaron el evento sin ordenadores portátiles, sin estímulos y sin los
puntos anunciados en el tiempo establecido. Han cometido errores. Por ese
motivo, los venezolanos necesitamos una elección libre y transparente, para
salir de Maduro como corresponde. Desde 2018 e incluso en 2020, con la elección
legislativa, hubo fraude y no fueron reconocidas por nosotros y la comunidad
internacional.
¿Qué propone a cambio?
Lograr
un acuerdo a través de un proceso de negociación, para llevar a cabo la
elección presidencial como corresponde.
¿Pero no era lo ideal sacar a Maduro con el
revocatorio en 2022?
Era lo
ideal, pero no se había concretado.
¿Por qué no se sumaron a la petición de revocatorio
las organizaciones civiles?
La
dictadura terminó matando al revocatorio antes de que pudiéramos concretar
algo.
¿No pensaron en la victoria de Barinas, que se podría
repetir con el revocatorio?
El
régimen impidió el revocatorio. Se puede repetir lo de Barinas, pero tenemos
presente que el régimen lo puede matar. Maduro puede cometer fraude por el
miedo que tiene a la movilización de los opositores. No es sencillo por las
trabas burocráticas de la dictadura, las amenazas con rastrear las firmas, la
discriminación, la ‘lista Tascón’, la represión por pensar distinto.
Entonces, ¿cuál es el reto?
No es
buscar a la gente que va a firmar, porque la tenemos, sino replicar lo de 2015,
cuando ganamos la mayoría de las legislativas, y el éxito de 2021 en Barinas,
es decir, enfrentarnos a la dictadura.
¿Cómo piensa lograrlo?
Con
movilización, presión social, unidad de la oposición y objetivos claros.
Tenemos previsto una movilización el 12 de febrero.
¿Será una marcha de protesta?
Todavía
no sabemos si será una marcha o una manifestación popular, asamblea o cabildo,
para retomar la exigencia del pueblo de una elección presidencial libre y
transparente cuanto antes. No podemos aceptar lo que pasó en 2021 en Nicaragua.
¿La elección presidencial de 2024, cuando vence el
segundo mandato de Maduro, será otra quimera, como el revocatorio de 2022?
La
elección de 2024 puede resultar una quimera, como el revocatorio de este año.
Las condiciones son las mismas con un Consejo Nacional Electoral secuestrado en
la misma dictadura. Esperar no es una opción para los venezolanos, tenemos que
actuar ya activando un proceso de negociación que permita un acuerdo a través
de la presión y la justicia internacional, para terminar cuanto antes en una
elección justa y libre.
¿Se refiere a un acuerdo negociado con el diálogo en
México?
Sí.
Tenemos también la disposición de reactivar ese diálogo lo antes posible.
Vistas las trampas del chavismo en el revocatorio,
¿cómo se preparan ustedes para las presidenciales de 2024?
No
estamos esperando llegar a 2024. Debemos actuar ya, desde ahora, construyendo
mayoría, fortaleciendo la unidad, corrigiendo los errores. Tenemos apoyo
popular y la posibilidad de crear un acuerdo amplio en México. Tenemos que
hablar de las condiciones, empezando por la fecha, evaluar a los venezolanos en
el exterior, encontrar el equilibrio en el sistema judicial. Es un falso dilema
hablar de 2024 o del revocatorio sin debatir lo antes posible sobre las
condiciones electorales.
El régimen exige que se levanten las sanciones. ¿De
qué depende que se suspendan?
Las
sanciones económicas, diplomáticas y la violación de los derechos humanos son
producto de la corrupción. Serán levantadas de manera progresiva de acuerdo al
cumplimiento del acuerdo firmado en México. No es una cuestión aislada. La
dictadura es responsable de que existan las sanciones impuestas.
Usted ha dicho que las sanciones pueden endurecerse.
¿Con qué condiciones?
La
disposición es que las sanciones se levanten tan pronto como se materialicen en
el acuerdo suscrito. Tienen que ver con la presión diplomática, si tenemos
herramientas para aumentar o disminuir las sanciones internacionales contra el
régimen para forzar y lograr un acuerdo con el régimen.
¿El acuerdo está condicionado por Álex Saab, preso en
Estados Unidos por cargos de corrupción y lavado de dinero?
Saab,
el testaferro de Maduro, es un ladrón.
¿Pero permitirán que su muñeco en traje naranja se
siente en la mesa de México?
Saab
tiene un proceso judicial en EE.UU., un país con independencia de poderes.
Nadie en su sano juicio, ni el régimen de Maduro, se atrevería a llamar a Saab
como diplomático. Es un simple contratista del Estado venezolano. Es una excusa
del régimen para nosotros. Si la dictadura quiere invocar a Pablo Escobar o Álex
Saab o algún disidente de las FARC, es una decisión de ellos.
¿Ha logrado la unidad de la oposición mientras habla
de reunificarla?
Mejor
separamos las expresiones individuales, de críticas válidas o no, como si eso
fuera lo determinante. En la ratificación de la continuidad de mi estatuto como
presidente interino y presidente de la Asamblea Nacional, todos los partidos de
la coalición estuvieron de acuerdo. No respaldaron a Guaidó, sino a una
política que no ha logrado todavía el objetivo del cese de la usurpación que
todos deseamos.
¿Desde cuándo no habla con Henrique Capriles y María
Corina Machado?
Desde
hace semanas. Hablo con los miembros de Primero Justicia, con la Fracción del
16 de julio, pero con María Corina no lo he hecho recientemente, aunque sí con
sus representantes.
¿No ha hablado con otros sectores de la oposición,
como los alacranes?
Eso
tiene que ver con la propaganda de la dictadura. No he hablado con los
alacranes, que todos sabemos que han afectado a los partidos democráticos por
la usurpación de sus símbolos partidistas.
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