La
cancelación de miles de cédulas de colombo-venezolanos y la instrumentalización
de migrantes con fines electorales son factores que potencian el discurso de
xenofobia y discriminación en redes sociales.
La
plataforma Barómetro de Xenofobia, que analiza la conversación sobre la
población migrante venezolana en redes sociales, emitió una alerta sobre la
exposición de los migrantes a brotes de xenofobia a cuenta de dos
acontecimientos recientes.
El
primero fue la decisión de la Registraduría Nacional de cancelar más de 40.000
cédulas colombo-venezolanas, al parecer, por malos procedimientos a la hora de
tramitar la nacionalidad. El segundo fueron las revelaciones de La W Radio
sobre la contratación de migrantes para grabar propagandas de candidaturas del
Centro Democrático.
Estos
hechos llevaron a que las conversaciones sobre la discriminación aumentaran un
2.000 por ciento en los últimos siete días, en Twitter. Lo preocupante es que
gran parte de los mensajes tienen un contenido discriminatorio y de odio.
Entre
el 8 y el 11 de febrero, muchos mensajes hicieron énfasis en el aprovechamiento
político de los migrantes, se viralizaron y tuvieron un alcance de hasta 2
millones de usuarios que han rechazado la regularización de venezolanos en
Colombia.
La
comunicación poco asertiva
La
semana pasada, durante la actualización y depuración del censo electoral, la
Registraduría canceló 42.000 cédulas colombo-venezolanas. Para el Barómetro, el
procedimiento no es criticable, pues uno de los trabajos de la Registraduría es
hacer revisiones en época electoral. En problema estuvo en cómo se comunicó la
decisión.
Juan
David Naranjo, consultor y vocero del Barómetro, explicó a Diario
Criterio que la forma en la que la entidad transmitió la información
crea “un manto de dudas” sobre los ciudadanos provenientes de
Venezuela y una noción de que ellos están incumpliendo la ley y que están
haciendo “jugaditas” para tener una cédula y movilizarse a favor de
algún sector político.
“Una
vez la ciudadanía se crea ese imaginario, va a seguir reforzando esta idea de
que los venezolanos son criminales, están relacionados a acciones delictivas o
que están siendo instrumentalizados políticamente para que voten a favor de una
vertiente”, dijo.
Para
evitar la creación de ese tipo de ideas, la plataforma pidió a las entidades
que trabajan con migrantes dar a conocer de manera asertiva sus decisiones para
no generar estigmatización y brotes de xenofobia. Principalmente, los afectados
deben recibir información clara para que puedan apelar o iniciar nuevamente el
trámite.
“En
últimas, si no lo hacen de esa manera, a lo que estaríamos llegando es a una
xenofobia institucional o a una discriminación institucional. Se cree
inmediatamente que están haciendo las cosas mal y no se les dan los caminos para
que puedan obtener sus derechos”, explicó Naranjo.
Por esa
razón, resulta crucial que la Registraduría contemple las dificultades de los
colombo-venezolanos para comprobar su nacionalidad, porque “la realidad en
el país de al lado es que las organizaciones no están funcionando de manera
ideal. Y si le piden un documento apostillado, un colombo-venezolano que está
en Colombia no va a tener cómo acceder a él en Venezuela”, aseguró el experto.
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