La jueza Sara Cockerill del Tribunal Superior de
Londres falló este viernes a favor de la junta del Banco Central de Venezuela
(BCV) designada por el opositor Juan Guaidó en el caso del oro de Venezuela
depositado en el Banco de Inglaterra.
Tras un juicio de cuatro días que acabó el 18 de
julio, Cockerill ha considerado que no puede dar por buenas las sentencias del
Tribunal Supremo venezolano que anularon los nombramientos de Guaidó a esa
junta, al no haber «base legal» en el Reino Unido para hacerlo.
La jueza no ha autorizado sin embargo al equipo
opositor acceder a las reservas -debe determinarse en otra audiencia-, a pesar
de que la junta sí se considera válida y Guaidó es reconocido por el Gobierno
británico como el único presidente legítimo, de forma interina, del país
latinoamericano.
La junta del BCV designada por Nicolás Maduro ha
indicado a Efe que se plantea recurrir el dictamen, que se produce después de
que en 2021 el Tribunal Supremo británico ya decidiera sobre varias cuestiones
preliminares.
Así, la máxima instancia judicial del Reino Unido
estableció que el Ejecutivo de Londres solo reconoce a Guaidó, y no a Maduro,
al frente de Venezuela, y que, por tanto, los actos y decisiones del opositor
deben considerarse soberanos, en base a la doctrina legal inglesa de Una Sola
Voz, que obliga a los estamentos del Estado a proceder unificados en política
exterior.
Cockerill debía determinar si la Justicia inglesa
podía aceptar las sentencias del Supremo caraqueño que invalidaban los
nombramientos de Guaidó a su junta «ad hoc», puesto que han de verse como actos
«soberanos».
En su dictamen de hoy, la jueza precisa que esos
fallos, pilar de los argumentos legales del bando de Maduro, efectivamente
invalidan los nombramientos de Guaidó, pero concluye que carece de base en su
jurisdicción para aceptarlos.
Además, apunta que, aunque pudieran ser reconocidos,
hacerlo «entraría en conflicto» con la doctrina de Una Sola Voz.
El reconocimiento supondría también, tal como adujo el
abogado del bando de Guaidó, una vulneración del derecho de los opositores a un
juicio justo, puesto que no estuvieron presentes ni fueron citados cuando el
TSJ se pronunció sobre su caso.
Cockerill sí observó no obstante que la parte de Guaidó no aportó «pruebas suficientes» en su alegato que demuestren que el Tribunal Supremo venezolano no es independiente ni imparcial.
0 Comentarios