Solicité públicamente la libertad de Dora Maria Téllez y de todos los presos politicos en Nicaragua.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) February 10, 2023
Ha recuperado su libertad.
América Latina debe ser un espacio sin presos políticos, sin presos sociales.
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A lo que agregó que el poder es una droga que “te quita la perspectiva
de la realidad, te la deforma y te vuelve adicto”.
Dora María Téllez, a finales de 1970 era conocida como la
Comandante 2 y persona clave en la Revolución Sandinista. Estudió ;edicina y
durante el primer gobierno sandinista fungió como ministra de Salud. Años
después mostró su desacuerdo con las políticas de Daniel Ortega y fue
encarcelada en 2021.
Hay que anotar que el jueves 9 de febrero el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua liberó a 222 opositores. Los presos fueron privados de sus derechos políticos, despojados de su nacionalidad y “deportados” hacia Estados Unidos.
Desde la Casa Blanca respondieron que el país facilitó el traslado de
esas personas, “donde serán puestos en libertad condicional por razones
humanitarias por un período de dos años”.
Por otra parte, el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de una sala
del Tribunal de Apelaciones de Managua, aseguró que las 222 personas fueron
“deportadas” por ser considerados “traidores a la patria”.
Pero Gustavo Petro y Daniel Ortega tienen
otro capítulo abierto: El litigio por el mar de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina que enfrentan Colombia y Nicaragua desde hace más de 20 años.
El 10 de noviembre de 2022 en la conmemoración de los 150 años del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences PO), al que asistió el jefe de Estado colombiano, dijo que Nicaragua “nos está quitando el mar”.
“Con Ortega tenemos un litigio, nos está quitando el mar”, expresó el primer mandatario desde la capital francesa, París.
Antes de llegar a la Casa de Nariño, el 15 de diciembre de 2018, Gustavo Petro lanzó uno de los comentarios más radicales contra el régimen de Nicaragua: “Daniel Ortega no dirige una revolución democrática, al contrario, imponiendo medidas neoliberales y conservadoras sobre su pueblo, construye una tiranía. El sueño sandinista aún está por construirse”.
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