Más de la mitad de los jefes de hogar de Norte de Santander sienten que su situación económica no ha mejorado, sigue igual.
Una minoría de los hogares de la región cree que su condición económica mejorará el otro año.
Un poco más de la mitad de los hogares de Norte de Santander no ha visto una mejoría en los últimos meses respecto a su situación económica.
El 52% de los jefes de hogar consultados por la Encuesta de Calidad de Vida del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), es decir 212.000, señaló que su situación sigue igual en comparación hace un año.
Respecto a los hogares que perciben negativamente su situación económica, la cifra se ubicó en 30%, porque el 28,1% (114.000) la calificó de peor y el 1,9% (8.000) de mucho peor. Solo el 1,6% (7.000) de los consultados cree que es mucho mejor y el 16,4% (67.000), mejor.
Al revisar los datos de la encuesta de 2021, se refleja un aumento de 17,3% en el número de los hogares que cree que el panorama no ha cambiado (34,7%). Igualmente, crecieron los que piensan que su situación económica es peor (47,3%) o mucho peor (4,4%).
¿Cambiará la situación?
Los jefes de hogar de Norte de Santander tampoco ven que dentro de un año las cosas hayan cambiado.
Al preguntársele sobre su percepción de su situación económica dentro de un año, en comparación a la actual, el 50,8% (207.000 hogares) dijo que será igual.
Por otra parte, el 23,4% (95.000) de los hogares encuestados por el DANE manifestó peor y el 5,7% (23.000), mucho peor.
Mientras que el 17,8% (72.000) afirmó que percibe que será mejor y 2,4% (10.000), mucho mejor.
¿Por qué esta percepción?
Para el economista Alexander Botello, investigador y profesor de la Universidad de Pamplona, la pobreza, la tasa de desempleo y la inseguridad, entre otros flagelos que aquejan a las comunidades, son problemas estructurales que, lejos de reducirse, parecen expandirse y ramificarse en las percepciones ciudadanas.
“Si se observan los datos históricos, a nivel nacional la percepción sobre condiciones de pobreza ha aumentado de forma significativa entre 2019 y 2022. Es preciso señalar que estos problemas no se resuelven en cuatro años. Sin embargo, las acciones de corto plazo sí pueden trazar rutas de avance, y en mayores medidas, si se da continuidad en el mediano y largo plazo”, expresó Botello.
El experto aseguró que, en Norte de Santander, se observa una tendencia al alza sobre la percepción de los hogares frente a la pobreza y también que los hogares nortesantandereanos se perciben más pobres que la media nacional en los últimos cuatro años.
Botello consideró que esta situación puede explicarse por los posibles efectos de los programas de apoyo económico en la pandemia y luego su limitación, así como, los aspectos rural y urbano.
Afirma que es posible que las personas noten más rápido cómo se empeoran las condiciones de sus hogares, se vuelven más pobres, que la velocidad a la que mejoran sus condiciones y dejan de ser pobres. Este fenómeno puede llevar a una disminución en la confianza de consumo.
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