En las últimas encuestas de ‘Cúcuta Cómo Vamos’, la salud ha sido un tema clave, ya que es un derecho muy vulnerado.
La percepción frente al tema de salud siempre ha sido negativa. /
El pasado viernes 12 de mayo se presentaron los resultados de la encuesta de percepción ciudadana Mi Voz Mi Ciudad, de la Red de Ciudades Cómo Vamos, programa que hace seguimiento y evaluación de la calidad de vida en las ciudades del país.
El sondeo evidenció que en las áreas de salud y educación, los cucuteños encuestados aseguraron sentirse bastante insatisfechos con la calidad de los servicios que han recibido durante el último año.
En este sentido, frente al interrogante de ¿qué tan satisfecho(a) está con el servicio de salud?, el 47,5% de los cucuteños manifestó estar muy insatisfecho e insatisfecho, hecho atribuido a la atención que vienen prestando las EPS en la ciudad y que, día tras día generan más quejas y reclamos.
Frente a este panorama, Nicolás Salazar, veedor de salud de Cúcuta, precisó que dicha inconformidad se relaciona con el tiempo en que se demora la asignación de una cita médica, que puede ser hasta de 3 y 6 meses; además de la tardanza y las trabas que tienen los pacientes para reclamar medicamentos y/o autorizar trámites como operaciones, traslados, exámenes especiales, entre otros.
“Faltan profesionales especializados, porque hay mucha demanda, pero no hay oferta en el tema de especialistas, y los pocos que hay están ocupadísimos en las IPS, entonces cuando alguien tiene un accidente un fin de semana y necesita ser valorado, no puede porque el médico está ocupado o no trabaja”, mencionó el veedor.
Salazar precisó que a diario, los usuarios de las diferentes EPS tienen que luchar contra el desabastecimiento de medicamentos que, afirma, es una realidad que tiene el país, pues cada vez que van a las farmacias a reclamarlos, la respuesta es “no hay”, por lo que considera que esta es la problemática más grave que tiene la ciudad en materia de salud.
Dijo que el gran fallo en el sistema de salud ha sido la corrupción y la falta de inspección, vigilancia y control, ya que aunque se ponen miles de quejas en contra de las EPS, la Secretaría de Salud en Cúcuta no tiene autorización para sancionar, solo recibe y envía a la Supersalud los reclamos y allá queda todo.
La encuesta de ‘Cúcuta cómo vamos’ reflejó también que las personas de los niveles socioeconómicos más bajos, son las que más inconformismo presentan frente a la prestación de los servicios de salud, con un 51,42% de insatisfacción.
Y, asimismo, que la mayor insatisfacción se presenta en las comunas 3 y 4 (47,35%) y 6 y 7 (52,43%), siendo estas las dos zonas con mayor población en la ciudad.
Carlos Gómez, líder de la comuna 7, señaló que los más vulnerables siempre presentan problemas para acceder a los servicios de salud, por la desigualdad que existe, en donde primero se atiende a los que “más tienen” y de último a los “pobres”.
“Si uno va a ver, los más pobres son los que tienen el sistema lleno de tutelas, porque las EPS no les responden y consideran que esta es la acción más rápida para obtener soluciones, pero a veces ni con eso. La mayoría de usuarios son del régimen subsidiado y, por ende, no tienen los beneficios de los contributivos, que, muchas veces, aunque pagan, también reciben un mal servicio”, dijo.
Gómez indicó que se debe tener en cuenta que las comunas que presentaron mayor insatisfacción, son las que más están creciendo, y eso significa que debe ampliarse la red de servicios médicos, pero es algo que no sucede.
Explicó que, por ejemplo, en Atalaya están esperando que el Policlínico se convierta en un centro asistencial de segundo nivel como se anunció hace unos meses, pero hasta la fecha, todo se ha quedado en palabras y en papel, por lo que la comunidad siente que “hasta no ver, no creer”.
Acciones de la Secretaría de Salud
Frente a esta situación, desde la Secretaría de Salud de Cúcuta informaron que desde enero de este año han venido implementado un programa llamado Lineamiento Unificado del Programa Auditoría en Salud (LUPA), conformado por el Defensor del Usuario en Salud (DUS) y el Servicio de Atención al Ciudadano (SAC).
Indicaron que el DUS es un equipo interdisciplinario de profesionales que se encarga de visitar las IPS públicas y privadas para inspeccionar y vigilar la prestación de servicios de urgencias, hospitalización, cuidados intensivos, entre otros; mientras que el SAC atiende y les da trámite, de lunes a viernes, a peticiones, quejas y reclamos de los servicios en salud que los habitantes de la ciudad presentan, comprometiendo a las entidades prestadoras con el cumplimiento y direccionando las situaciones a la Superintendencia de Salud.
Sostuvieron además que desde su despacho también han sido ese puente con la Supersalud para agilizar los procesos y mejorar con rapidez las diferentes situaciones que presentan los pacientes, precisando que, los temas que quedaron pendiente en la Mesa de Atención al Usuario los está manejando la Supersalud.
Más recursos para la educación
En cuanto al tema de la educación, se le preguntó a los cucuteños ¿qué tan satisfechos están con la educación que reciben los niños, niñas y jóvenes entre 5 y 17 años de su hogar?
Se evidenció que el 33,22% de los encuestados señaló sentirse muy insatisfecho e insatisfecho con la educación que reciben los menores, frente a un 30,39% que dijo sentirse muy satisfecho y satisfecho.
Eduardo Parra, presidente de la Liga Municipal de la Asociación de Padres de Familia de Cúcuta (Asopadres), indicó que la insatisfacción se asocia a que en la ciudad se habla de brindar una educación digna y de calidad, pero la realidad es otra.
“Hay mucha dificultad en lo que tiene que ver con la infraestructura, las unidades sanitarias, salones deteriorados, falta de docentes y de personal administrativo como celadores y personal de aseo, entonces nadie va a estar satisfecho con esas necesidades”, dijo Parra.
Sumado a esto, afirmó que la falta de recursos ha sido una gran piedra en el zapato para que niños y jóvenes reciban realmente una educación de calidad, poniendo como ejemplo que, en muchos colegios, los mismos padres de familia tuvieron que dar “aportes voluntarios” para contar con personal de aseo y vigilancia.
En cuanto al resultado de que en las comunas 3 y 4 cerca del 35% de los encuestados manifestaron estar muy satisfechos con la educación que reciben los niños y jóvenes, Parra detalló que este es el resultado de las gestiones que adelantan las instituciones educativas, pues hay unas que gestionan más que otras.
“Eso depende de lo que hacen lo rectores, de su sentido de pertenencia y de la participación de los padres de familia, porque muchos ven a los colegios como guarderías, pero es tarea de todos, también de los docentes, de sacar adelante a los colegios”, añadió Parra.
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