Los desgarradores testimonios de las víctimas de falsos positivos

 Según datos de la JEP, por lo menos 161 asesinatos extrajudiciales se investigan entre 2002-2003 en Antioquia

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A las afueras de la Jurisdicción Especial para la Paz - JEP se cumplió un platón por parte de las víctimas del general (r) Mario Montoya./

Desgarradores fueron los testimonios rendidos por las víctimas de los falsos positivos en Antioquia durante la audiencia realizada ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) este fin de semana.

Además de los relatos del horror sobre como hijos, hermanos, esposos civiles y campesinos presuntamente eran presentados como guerrilleros dados de bajas en combate por agentes del estado, las víctimas acreditadas expusieron sus demandas y señalamientos sobre las versiones rendidas por el general (r) Mario Montoya y otros 60 antiguos integrantes de la IV Brigada, que están vinculados en al menos 161 ‘falsos positivos’ ocurridos entre el 2002 y 2003.

En esta diligencia presidida por la magistrada Catalina Díaz y por el magistrado Óscar Parra, de la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de Hechos y Conductas de la JEP, las víctimas llegaron con objetos personales, fotos y hasta elementos de trabajo de sus seres queridos presentados como presuntos guerrilleros por el ejército.

Liliana García es hermana de Willy Alejandro García Tobón, asesinado el 15 de enero de 2003 en el municipio de Granada (Antioquia), ella relata cómo los integrantes del Ejército asesinan a su hermano y lo presentan como un guerrillero.

“Mi hermano salió a una distancia de la casa y, de pronto, se escuchó la ráfaga del helicóptero por toda la casa. A mí me volaron esquirlas en el estómago, rompieron las paredes y los techos de la casa. Cuando uno de los muchachos que trabajaban en la casa, Rubén, le dijo a mi papá que recogiéramos a Willy que lo hirieron. Nosotros fuimos y ya tenía las piernas destrozadas”, cuenta.

Su hermano murió sin recibir atención médica, porque según contó el Ejército no se lo permitió, “les dijimos que íbamos a hablar con el capitán de la tropa para que nos ayudara para poderlo sacar, pero dijeron que ellos ya no podían hacer nada”.

Isabel Castaño también cuenta cómo el Ejército habría asesinado a su hermano en 2003 en Cocorná, por un tiro de gracia porque presuntamente era un guerrillero.

“Cuando en esas llegó el ejército, agarraron a mi hermano, lo tiraron al piso, lo pisaban, le decían que era un guerrillero, que él les había disparado, que ellos lo habían visto, que salió corriendo. Una sobrina mía, Liliana, les dijo, pero no se supone que ustedes son los defensores del pueblo. Se le abalanzó un soldado, la agarró del cuello y le dijo guerrillera malp*** como que vos sabés mucho”, relató.

Finalmente, Isabel quiso enfatizar en que “Mi hermano fue asesinado por un tiro de gracia. ¿Quién muere así en un combate? Quiero que se conozca que mi hermano no era un guerrillero. Ni él ni mi papá, ni ninguno de mi familia”.

César Marulanda Giraldo exigió respuestas al Ejército por el falso positivo de su hermano Carlos Julio Marulanda Giraldo, asesinado el 6 de junio del 2003 en la vereda Los Mangos, de Cocorná, en Antioquia.

“Cuando iba bajando para la finca lo asesinaron por ahí. Cuando mi hermano no apareció, mi papá, al otro día, se fue a buscarlo. Lo reconoció en una morgue de la Candelaria en Medellín (…) Qué esperan para contar la verdad, cómo no titubearon para matar a los dolientes ¿qué esperan?, no tienen nada que perder. Vuelvan a ser humanos”, les dijo a los comparecientes.

Mi hermano fue asesinado por un tiro de gracia. ¿Quién muere así en un combate?” Victima de falsos positivos

Los niños también fueron víctimas

En el segundo día de audiencia en Antioquia, continuo el relato desgarrador de campesinos y civiles que les arrebataron la vida de sus seres queridos por los ‘falsos positivos’. En los horrores también contaron cómo los niños también fueron tildados de presuntos guerrilleros.

Ana Goretty Morales, contó como su hermana Luz Esteli, una niña de 16 años, fue asesinada presuntamente por integrantes del ejército mientras recolectaba café en Granada (Antioquia).

“Hoy quiero preguntarles a los asesinos de mi hermana ¿Por qué se la llevaron sabiendo que ella era menor de edad y no tenía nada que ver con grupos armados? Uno se pregunta cómo a tanta gente le hicieron pasar como guerrillera, pero ahora entendemos que lo hicieron para ganar plata y ascensos”, aseguró.

Al recordar a su pequeña hermana, María Goretty se refirió al general (r) Mario Montoya por sus pocos aportes de la verdad, “cobarde, asesino. A Mario Montoya le digo: usted dice que no se acordaba de nada (…). ¡No sea mentiroso! No se imagina todo el daño que nos causaron a nosotros. Lo que el Ejército quería era matarnos y hacernos pasar por ‘falsos positivos’. Él hizo matar mucha gente que no tenía nada que ver con grupos armados, eran campesinos, eran trabajadores”. María Teresa Botero Giraldo relató el cruel asesinato de su suegro, Ramón Abel Gómez, el 31 de diciembre de 2003 y como su actual esposo, quien en ese momento era menor de edad, presencio el asesinato .

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