El 20% del valor de un galón de gasolina se va a impuestos

 El consumo ha disminuido en Norte de Santander. A nivel nacional, el crecimiento de la demanda es menor del 1%, cuando se proyectó 3%.


Norte de Santander, por ser frontera, goza de combustibles más baratos, por eso recibe un cupo mensual de 13 millones de galones entre gasolina y ACPM o diésel.

Su precio para junio es de $10.825 (galón de gasolina) y $7.089 (galón de ACPM), alrededor de $2.000 menos, respecto al precio promedio nacional, porque están exentos del Impuesto al Valor Agregado (IVA) e impuestos nacionales para cada hidrocarburo.

De acuerdo con la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), el precio de cada derivado del crudo tiene seis componentes. Entonces, para la gasolina se divide así: impuestos (20%), distribuidor minorista (8%), distribuidor mayorista (4%), transporte (4%), ingreso al productor de etanol (8%), porque 7% de la mezcla tiene este biocombustible, e ingreso al productor de gasolina (56%).

En el caso del ACPM, se conforma por: impuestos (15%), distribuidor minorista (10%), distribuidor mayorista (6%), transporte (6%), Ingreso al Productor de biodiésel (19%), porque el 10% de la mezcla tiene este biocombustible, e ingreso al productor de diésel (45%).

Baja la demanda

En 2023, en promedio se han cargado 412 mil barriles de crudo diarios (KBD) en las refinerías de Cartagena y Barrancabermeja, así como 87 KBD de gasolina (3’654’000 galones); y se han importado 64 KBD de gasolina (2’688.000 galones), 42% de la requerida para atender la demanda interna.

Esta cifra la dio a La Opinión por María Adelaida Pradilla, gerente downstream de la ACP, en base a información de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), quien destacó que, sin embargo, el consumo ha disminuido.

“Se ha visto que la demanda de gasolina ha subido muy levemente este año, por debajo del 3% que se espera para 2023 –2% anual 2024-2032– y en el primer semestre se está registrando un crecimiento de menos del 1%”, señaló la encargada de la parte baja de la cadena de distribución de combustible en la ACP.

Pradilla manifestó que el consumo se ha relentizado por las alzas en el precio del hidrocarburo, la desaceleración de la economía, la caída de 20% en las ventas de vehículos, el estado de las vías, las medidas en la movilidad en ciudades como Bogotá (cambios de pico y placa) y el aumento del uso del transporte público.

La directora ejecutiva de la Asociación de Estaciones de Servicio de Norte de Santander (Asesnort), María Eugenia Martínez, informó que algunas de sus afiliadas reconocieron un baja en el consumo de gasolina, esto teniendo en cuenta que después del día 15 o 20 de cada mes, prácticamente, solo queda combustible a precio nacional.

Aunque no pudo precisar el porcentaje de esa reducción, Martínez recalcó que los patrones de consumo en el departamento ha cambiado, agregando que la mayoría prefiere “tanquear –sus autos- los primeros días de cada mes”, para aprovechar la gasolina subsidiada (exenta) y “tasarla” para que dure mucho más, mediante el menor uso del vehículo particular y más del transporte público.

“Es que una tanqueda pasa de $60.000 y la gente ya piensa en lo que significa pagar la gasolina a precio nacional, que es de casi $13.000”, recalcó.

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