Los habitantes de Cúcuta hoy no se sienten seguros porque delitos como el homicidio, el hurto y la extorsión, entre otros, no paran, dejando a su paso cientos de víctimas en esta zona de frontera.
Producto de la escalada de inseguridad, junio finaliza con el aumento desmesurado de asesinatos, provocando que la comunidad exija, una vez más, una explicación tanto a la Alcaldía como al Gobierno Nacional.
El crimen más reciente que estremeció a la ciudad fue el de Alejandra Camila Paredes Pérez, quien llevaba a su hijo de un año, ocurrido al atardecer del miércoles, en Playa Hermosa, al frente de la iglesia Cristo Evangelizador.
Ayer, luego de otro consejo extraordinario de seguridad quedó claro que en lo que resta del presente año no se hará ninguna inversión para mejor la seguridad de la capital de Norte de Santander y el área metropolitana.
A su salida del encuentro convocado en el comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), el alcalde Jairo Yáñez señaló que por la coyuntura electoral y aspectos de contratación, tuvieron que detener el proceso
Cúcuta es una ciudad muy vulnerable por nuestra condición de frontera”, alcalde Jairo Yáñez.
de compra e instalación de 150 cámaras de seguridad
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