Tras la propuesta del presidente Gustavo Petro de “pagar por no matar”, este lunes el ministro del Interior declaró que el programa duraría un año y habría un estricto seguimiento.
La semana pasada se conocieron controvertidas imágenes de una organización conocida como la Banda de Robert, que, a través de un video en el que muestran su poderío en armas, amenazan con inyectar mayor violencia en Buenaventura. FOTO: ARCHIVO PARTICULAR
En medio de la controversia por la propuesta lanzada el pasado viernes por el presidente Gustavo Petro en Buenaventura, quien les dijo a los jóvenes que “les vamos a pagar por no matar”, este lunes el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, reveló que en el programa les pagarán a los beneficiarios alrededor de $1 millón.
El viernes, durante un consejo de seguridad en el puerto, el Jefe de Estado instó a los jóvenes que integran grupos delincuenciales –en particular los Shottas y los Espartanos–, a estudiar y acceder a cupos para la educación superior. Desde allí, reveló que les van a pagar “por no matar”.
“Ese programa se va a complementar con el programa Jóvenes en Paz, serán miles de jóvenes a los cuales les vamos a pagar por no matar, por no participar de la violencia, por estudiar, les vamos a dar una ayuda para que entren al Sena (...) hay un compromiso que tiene que cumplirse, y para entrar a la universidad”, explicó.
El ministro del Interior explicó los pormenores del programa, defendió que no se pueden quedar “cruzados de brazos” ante los hechos de violencia y declaró que la expresión de “pagar por no matar” que usó el Presidente es solo una metáfora.
“El no matar es una metáfora. Los jóvenes en Colombia cuando no tienen oportunidades terminan siendo cooptados por quienes, desde la ilegalidad, les generan unas oportunidades terribles: entrar a bandas, donde su lógica es la violencia y terminan enfrentándose jóvenes con jóvenes matándose”, explicó el ministro en diálogo con la emisora Blu Radio.
Velasco aseguró que el objetivo es promover “mecanismos para crear oportunidades” y reveló que mensualmente los jóvenes recibirían casi un salario mínimo: alrededor de $1 millón. “Es cercano a $1 millón. No es para toda la vida, es mientras los sacamos y logramos que ingresen a alguna actividad académica, algo que los aleje de espacios delincuenciales. Inicialmente, planteamos un año y vamos evaluando el desarrollo del programa”.
Además de un seguimiento constante para verificar que los jóvenes cumplan con las directrices del programa y no sigan delinquiendo, el ministro del Interior agregó que la selección de los beneficiarios dependerá del nivel del riesgo que enfrentan de ser reclutados por organizaciones criminales.
El pasado viernes, Petro defendió que aquellos jóvenes que no tienen acceso a la educación son más vulnerables a las economías ilícitas: “Por eso es que hay jóvenes armados en las calles. Si dejaron al 80 % de los jóvenes por fuera de la educación, pues entonces se ponen al servicio del traqueto”, expresó, invitando a los integrantes de las bandas criminales a unirse a iniciativas que les devuelven las oportunidades: “Les puedo asegurar que en el libro encontrarán más riqueza que en el fusil”.
“A los jóvenes que andan por allí, en los Shottas, en los Espartanos, en los no sé qué de Jalisco, los invitamos a que vengan a estudiar”, dijo y reiteró que “es mejor cargar un libro que un fusil”.
El Colombiano
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