SAE y depuración del Sisbén pueden frenar alza de gasolina

El galón de gasolina subsidiada ya cuesta $10.825, en Norte de Santander, mientras que el precio nacional sobrepasa los $13.000.


Sin El subsidio DEL FEPC, El galón DE la gasolina costaría $15.000 En Norte DE SANTANDER, y El precio nacional sería DE $17.000.

Con la política de alzas en la gasolina que viene implementado el Gobierno Nacional desde octubre pasado, para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), para este mes el galón de la gasolina subió $600 en todo el país. Mientras que los precios del diésel o ACPM siguen estables.

Por eso, los habitantes de Norte de Santander pagan desde el sábado $10.825 por ese combustible subsidiado o exento, situación que sigue generando inconformismo, por el golpe a sus bolsillos. Además, después del día 15 o 20 de cada mes solo se consigue en las estaciones de servicio gasolina a precio nacional (alrededor de $13.000).

Sin el subsidio del Fondo, la gasolina sería $4.000 más cara y el ACPM, $7.000 más, por lo que en el departamento valdrían alrededor de $15.000 y $14.000, respectivamente. ¿La única alternativa para aliviar el déficit en el FEPC es subir la gasolina?

El experto Henry Amorocho Moreno, profesor de Hacienda Pública, Tributación y Presupuesto de la Universidad del Rosario, indicó a La Opinión que el Gobierno tiene dos alternativas, una de ellas es acudir al dinero de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que tendría más de $14 o $15 billones.

La otra es que se debe estudiar con mucha claridad la focalización de algunas bases de datos, como el Sisbén, por la cantidad de colados, que son de altos ingresos y por quienes el Estado no debe pagar régimen subsidiado; eso significaría que se recuperen de $6 a $7 billones, destacó Amorocho.

“Teniendo los recursos de los dos lados, resultarían, mínimo, un recaudo de $19 billones, que podrían perfectamente usar, si no lo quieren todo, al menos $10 billones para cubrir el déficit del Fondo de Combustibles y no trasladarlo a los precios, porque lo que genera es más inflación”, subrayó el experto tributario.

Para la gerente downstream de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), María Adelaida Pradilla, el beneficio tributario del que gozan los habitantes de Norte de Santander, reflejado en los precios preferenciales de frontera, generan distorsiones en la distribución de combustibles.

“Entonces hay que evaluar alternativas de cómo buscar un precio nacional estándar, sin afectar o quitarles esos beneficios tributarios, con, de pronto, otorgándoles directamente estos beneficios a los consumidores. Hay que ver cómo se evitan los efectos colaterales que generan estos precios diferenciales”, añadió.

Más inflación

Henry Amorocho recalcó que esas alzas constantes serían viables, si no hubiera un escenario inflacionario como el actual, porque el Índice de Precios al Consumidor (IPC) es del 12,36%, que, aunque esta bajando, este no se reduce menos, pues el incremento ha impactado al sector transporte.

“Esto sí está pegando directamente al consumidor. Estamos tratando de solucionar el déficit del fondo únicamente con el aumento del precio a los consumidores de combustibles... Eso perjudica mucho a la población, porque disminuye el ingreso disponible; como lo ha dicho el DANE, el precio del transporte ha subido por el alza a la gasolina y el poder de compra de las personas va disminuyendo”.

El FEPC, ¿mal necesario?

María Adelaida Pradilla afirmó que es necesario tener este fondo, porque el fin es evitar la fluctuación o la volatilidad de los precios internos en función de los internacionales. “Este fondo se volvió más bien un fondo de subsidios. Se distorsionó su finalidad y eso genera un costo fiscal muy insostenible para las finanzas del Estado”, agregó.

El académico Amorocho aseguró que el FEPC toca tenerlo, porque es una buena idea, para cubrir algunas veces el disparo de los precios de los combustibles a nivel internacional y no trasladar esa inflación al país.

Sostuvo que del año 2020 al 2021, por los problemas de la pandemia, básicamente el fondo no se alimentó, por lo que el problema no es el FEPC, sino la manera en la que se administra.

Teniendo los recursos de los dos lados, resultarían, mínimo, un recaudo de $19 billones”. Henry Amorocho, profesor de la U. Rosario

El dato

El FEPC se creó en 1998 con el objeto de que se nutra de los excedentes de los recaudos del impuesto a los combustibles. De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el déficit, en 2022, fue de $36,7 billones.

Antes de agosto, el anterior gobierno en cabeza de Iván Duque dejó pago $6,4 billones. Mientras que la administración de Gustavo Petro aporto $4 billones en diciembre para bajar esa deuda.

Por eso, el déficit es de $26,3 billones. Según la cartera ministerial dirigida por Ricardo Bonilla, el nivel de déficit del FEPC de 2022, que en gran medida fue ocasionado por no subir los precios de los combustibles líquidos, ha sido el más alto de la historia del fondo.

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