Preocupación por posible tragedia y pérdida de banca en la carretera Ocaña-Cúcuta

Foto Invias.

En El Tarrita, la comunidad se encuentra en alerta ante la posibilidad de un represamiento de agua que amenaza con repetir la historia de una avalancha ocurrida el pasado 31 de mayo. La disposición del Instituto Nacional de Vías de cerrar parcialmente la carretera Ocaña-Cúcuta para la adecuación de accesos a puentes metálicos en la vereda El Tarrita ha generado preocupación entre los campesinos de la zona.

La disminución del caudal y un cambio en la coloración del agua han encendido las alarmas entre los voceros locales. Ante esta situación, han solicitado a la Consejería departamental y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo el monitoreo constante de la cuenca hidrográfica para evitar una posible tragedia.

El presidente comunal, Álvaro Jácome Rangel, señaló la presunción de una remoción en masa en la parte alta de la cordillera, específicamente en el sector El Molino, comprensión rural del municipio de Villa Caro. Esta situación genera temores de un estancamiento aguas arriba, con el riesgo de que, de estallar, se lleve consigo los puentes metálicos, según expresó Luzary Jácome, una damnificada preocupada por la situación.

A pesar de las señales de alerta, ninguna entidad ha realizado estudios sobre el estado actual de la cuenca, dejando el problema latente. Ante las preocupaciones, el alcalde del municipio de Ábrego, Juan Carlos Jácome Ropero, se trasladó a la zona afectada para coordinar acciones preventivas.

El protocolo de prevención se ha activado, involucrando al Consejo Municipal de Prevención del Riesgo, Invías, Ejército, Policía Nacional y otras instituciones. Sin certezas sobre lo que está ocurriendo, se ha solicitado un estudio detallado a través del Sistema Geológico Nacional.

Dirigentes de la región insisten en la necesidad de un nuevo trazado de la carretera para evitar una tragedia similar a la ocurrida a mediados de año. La solución definitiva dependerá de un estudio especializado que adelanta la firma contratista KMA, buscando determinar las acciones a seguir el próximo año para remediar la falla geológica.

Expertos proponen la construcción de viaductos en otros tramos, aunque reconocen los riesgos y los recursos necesarios para llevar a cabo estas obras de ingeniería. La carretera Ocaña-Cúcuta es crucial para la conexión entre la zona limítrofe de Venezuela y el interior del país, así como para la costa norte colombiana debido a su impacto socioeconómico.

El gerente de la Empresa Transportadora Cootransunidos, ingeniero Román Alberto Jácome Pérez, destacó que se están haciendo ajustes en los horarios de despacho de los automotores para garantizar el servicio, pero los fenómenos naturales generan incertidumbre entre aquellos que evitan viajar a la región para evitar inconvenientes. La comunidad sigue a la espera de acciones concretas para mitigar los riesgos inminentes.

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