Este año, el programa del Concierto de Año Nuevo sorprendió a los amantes de la música clásica al incluir un repertorio amplio, donde destacaron composiciones que nunca antes se habían interpretado en esta célebre cita musical. De las 18 piezas presentadas, 9 fueron estrenos, mostrando una audaz apuesta por la innovación sin perder la esencia clásica.
Resulta notable la ausencia histórica de composiciones escritas por mujeres en este repertorio. A pesar de la riqueza y diversidad de talento femenino en el mundo de la música, el Concierto de Año Nuevo sigue siendo un espacio por explorar para destacadas compositoras.
La primera parte del concierto estuvo impregnada de una curiosa predilección por París, posiblemente relacionada con los próximos Juegos Olímpicos de Verano. Dos composiciones de Johann Strauss hijo, originadas en la capital francesa, brillaron con elegancia y alegría: el icónico vals "Bombones vieneses", presente en el concierto desde 1955, y la novedosa "Polca de Le Figaro", un agradecimiento al editor del diario francés que data del 30 de julio de 1867.
La alternancia entre valses y polcas, una tradición arraigada en este concierto, se mantuvo como la norma básica. La audiencia pudo disfrutar de cinco valses, destacando "Delirios" de Josef Strauss, que desde 1944 evoca la fiebre gripal inspirada en "El cazador furtivo" de Carl Maria von Weber, y el inédito "Vals de Ischl", uno de los dos valses póstumos de Johann Strauss hijo.
En resumen, el Concierto de Año Nuevo 2024 ofreció una experiencia musical única, combinando la magia de las composiciones clásicas con la emoción de las novedades, enriqueciendo la tradición musical que ha cautivado al mundo año tras año. La Filarmónica de Viena, una vez más, demostró su maestría en la interpretación y su compromiso con la evolución de la música clásica.
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