Según el comunicado emitido por la Contraloría, la administración anterior, liderada por Jairo Yáñez, utilizó recursos destinados a otros proyectos con aval del plan de obras, como la intersección de la Avenida Cero con Diagonal Santander y la intersección de la Diagonal Santander con Avenida Gran Colombia, para financiar las mejoras en El Malecón. Este desvío no contó con la autorización del Concejo Municipal ni con estudios de factibilidad que respaldaran el cambio de destino.
Marcela Rodríguez, ex directora de Planeación en la anterior administración, declaró no tener conocimiento detallado del informe pero afirmó respetar las decisiones de los órganos de control.
La situación se complica aún más con las protestas de los vecinos de barrios cercanos a la avenida Los Libertadores, quienes se oponen a la construcción de casetas en el separador vial, una adición no contemplada en el proyecto original. Eduardo Quintero de Asomalecón expresó su preocupación por las potenciales consecuencias en términos de seguridad vial y orden público.
En respuesta, Mary Stapper, presidenta del Consejo Comunal de los barrios Los Caobos, Los Libertadores y Quinta Vélez, criticó la falta de socialización y advirtió sobre el peligro que representan las casetas en una vía rápida.
Los vecinos demandan una reunión urgente con el alcalde Jorge Acevedo y sus directores de Planeación e Infraestructura para discutir el futuro de la obra. Plantean alternativas como convertir las casetas en instalaciones administrativas o de vigilancia, evitando así posibles riesgos para la comunidad.
El Malecón, un proyecto destinado a embellecer y revitalizar un importante espacio público en Cúcuta, se ve ahora envuelto en una crisis que plantea interrogantes sobre la gestión de los recursos públicos y la planificación urbana.
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