La iniciativa se apoya en el Código Nacional de Policía, que establece una multa tipo 4, equivalente a $1.387.000, para quienes sean sorprendidos en flagrancia colocando publicidad no autorizada en espacios públicos. Además, las empresas o personas promovidas en estos anuncios también podrían enfrentar sanciones severas, con multas entre 1,5 y 40 salarios mínimos mensuales vigentes, es decir, entre $1.950.000 y $52 millones de pesos, conforme a la Ley 1801 de 2016.
Villa Mejía explicó que identificar a los infractores es sencillo gracias a la información que exhiben en sus anuncios, como números de contacto y nombres de marca, lo que facilita el proceso sancionatorio. La Secretaría de Seguridad ha señalado tres zonas críticas en la ciudad donde este tipo de publicidad es especialmente prevalente.
Impacto Económico de la Limpieza Visual
El gasto para limpiar los postes y paredes afectados por este tipo de publicidad es significativo. Según la Alcaldía, se han destinado $200 millones de pesos en 2024 para el retiro de estos anuncios. Cada intervención cuesta $6.000, que cubre los insumos necesarios para remover los papeles y el pegamento utilizado.
“Al año, si tuviéramos que intervenir cada uno de los 178.000 postes de luz de Medellín, sin contar paredes, el costo sería de aproximadamente $1.068 millones”, explicó Villa Mejía. Este monto, que proviene de las arcas públicas, podría ser destinado a otros programas de la ciudad. Esto refuerza la propuesta de que los responsables de colocar los anuncios también asuman el costo de retirarlos.
El Control de la Contaminación Visual: Un Esfuerzo por una Ciudad Más Limpia
La Alcaldía ha identificado que entre las principales categorías de anuncios ilegales se encuentran los que publicitan servicios de brujería, conciertos, presentaciones y venta de productos. Incluso algunas piezas de campañas electorales del año anterior aún permanecen en postes y paredes. La autoridad local ve en estas sanciones una forma de disuadir a las personas y empresas de continuar con esta práctica, la cual afecta la estética urbana y representa un gasto innecesario para la ciudad.
Con estas acciones, Medellín avanza hacia una mayor regulación de la publicidad visual no autorizada, enviando un mensaje de compromiso con la limpieza y el orden urbano. “No podemos permitir que la imagen de nuestra ciudad esté a costa de la irresponsabilidad de algunos”, concluyó Villa Mejía, enfatizando que la medida busca proteger los espacios públicos y reducir el impacto visual negativo para los habitantes.
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