Medellín — La contratación social continúa consolidándose como una herramienta efectiva para fortalecer a las Juntas de Acción Comunal (JAC) y potenciar el liderazgo comunitario en los territorios. En el barrio Blanquizal, comuna 13 de Medellín, este modelo —impulsado por Empresas Públicas de Medellín (EPM)— ha permitido que la misma comunidad sea protagonista de la construcción de su propio bienestar a través de empleo digno, infraestructura y mejores condiciones de vida.
Este esquema, que redefinió la gestión comunitaria en zonas de difícil intervención, garantiza que los recursos públicos se traduzcan en obras que responden directamente a las necesidades de quienes habitan los territorios.
Una apuesta por las comunidades: EPM contrata con JAC y Asocomunales
Desde hace más de dos décadas, EPM ha implementado el modelo de contratación social, un mecanismo mediante el cual empresas públicas adjudican obras y servicios directamente a Juntas de Acción Comunal y asociaciones comunales. Este proceso, basado en la confianza y el fortalecimiento organizativo, permite que las comunidades lideren proyectos que las afectan de manera directa.
La estrategia no solo democratiza la inversión pública, sino que otorga un papel central a las organizaciones comunitarias, reconociendo su capacidad de autogestión y su conocimiento profundo del territorio.
Más infraestructura y equidad en los territorios
A través de esta modalidad, EPM desarrolla obras fundamentales como la extensión de redes de acueducto y alcantarillado, además de intervenciones complementarias que contribuyen a cerrar brechas históricas en barrios con dificultades de gestión. El objetivo es claro: garantizar el acceso al agua potable, promover un ambiente sano y avanzar hacia la equidad territorial.
Los proyectos no solo mejoran la infraestructura física, sino que generan condiciones reales para que más familias gocen de servicios públicos eficientes y dignos.
Más de dos décadas de inversión comunitaria
Desde 1998 hasta 2025, la estrategia ha logrado resultados significativos:
· Más de $185 mil millones invertidos,
· 296 contratos ejecutados,
· 367 organizaciones comunitarias fortalecidas.
Estas cifras reflejan la magnitud del impacto y la consolidación de un modelo que demuestra que la participación ciudadana es capaz de generar transformaciones tangibles en los barrios.
Empleo digno y valoración profesional en los territorios
Uno de los beneficios más destacados de la contratación social es su capacidad para dinamizar el empleo local. Al vincular directamente a los habitantes del sector en las obras, se generan oportunidades laborales que dignifican la profesión y fortalecen el tejido social.
Para quienes participan, la experiencia se convierte en un proceso de capacitación técnica y administrativa que amplía sus posibilidades de inserción laboral y mejora su valoración social y profesional.
Un catalizador del desarrollo local
EPM ha convertido este modelo en un motor del desarrollo comunitario. A través de la inversión de recursos, la generación de capacidades técnicas, la formación administrativa y la promoción del liderazgo local, la contratación social impulsa:
· Empleo digno,
· Infraestructura que habilita servicios públicos esenciales,
· Participación ciudadana efectiva,
· Apropiación social del territorio.
En esencia, se trata de una estrategia que integra inversión pública, organización social y trabajo colectivo.
Blanquizal: ejemplo vivo de transformación
Desde 2022, el barrio Blanquizal, en la Comuna 13, ejecuta obras esenciales mediante contratación social. Con el acompañamiento de EPM y el liderazgo de su Junta de Acción Comunal, los habitantes construyen progresivamente el acueducto y el alcantarillado que transformará su calidad de vida.
Los proyectos no son impuestos: nacen desde la base comunitaria. La población expresó históricamente su necesidad de contar con servicios públicos dignos, y hoy ve cómo sus propias manos materializan ese anhelo.
Un proyecto impulsado desde el corazón de la comunidad
La respuesta de los habitantes ha sido ampliamente positiva. La satisfacción general se explica porque la propuesta se gestó desde la misma comunidad. “Salió inicialmente de ellos, quienes reclamaban mejores condiciones de vida”, reconocen los líderes del proceso.
Esto evidencia la importancia de escuchar a las comunidades y de construir conjuntamente soluciones sostenibles.
Una invitación a otras JAC del territorio
El modelo ha demostrado su eficacia, y para que más comunidades puedan beneficiarse, la recomendación principal es acercarse a EPM. Conocer los requisitos, entender los procesos y dialogar con la entidad abre la puerta para que otras Juntas de Acción Comunal emprendan proyectos que cambien la vida de sus habitantes.
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