“El
cielo está de fiesta con tu llegada, pero acá en la tierra eres una gran
pérdida para el mundo de la música. Fue un honor haber compartido escenarios
contigo, a Dios gracias por permitirlo”, publicó Darío Gómez este domingo,
luego de conocerse la noticia sobre la muerte de Vicente, a sus 81 años.
Las
letras de las canciones del mexicano coincidieron con la cultura que se vivió
en Medellín en los años 90. Eran letras populares que le cantaban a lo real y
cotidiano, de ahí su importancia y cercanía con el público paisa. Eso lo hizo
muy grande.
Blanca
Luz Holguín, gerente nacional de servicios de radio y eventos de RCN Radio y
quien en los 90 se desempeñó como directora artística de RCN en Medellín,
señala que “Chente” influenció en la ciudad por la fuerza y vigor que tenía en
el canto.
“A raíz
de esa cultura machista en la sociedad, al cantar sus temas los hombres se
sentían más varones y grandes, tener esas letras con ese sentido culturalmente
hizo mucha mella en el país”, asegura.
También
comenta que musicalmente Vicente fue muy importante para la capital antioqueña
porque, si bien la música ranchera ya había llegado por la influencia de las
telenovelas mexicanas, él comenzó a crear una diferencia entre el sonido de
este género y la música popular como la cantinera.
Joaquín
Pérez, locutor y productor de radio, opina que la gran cantidad de conciertos
que hizo en Medellín hizo que se convirtiera en un referente para el público
paisa. Fue un cantante que siempre llenó los lugares donde se presentó.
“Fue un
artista transgeneracional, es decir, a un joven de 15 años le gusta su música,
al igual que a uno de 40 o 60, fue además muy exitoso en la radio”, señala
Pérez.
“Chente”
grabó más de 20 películas que se alcanzaron a proyectar en teatros de Medellín
como el Alameda y Manrique, cintas que muchos vieron antes de que el “Rey de la
Ranchera” se convirtiera en el fenómeno musical y cultural que fue.
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