“Las mujeres hemos sido tradicionalmente excluidas de los espacios de poder”

Diana_Fajardo_Rivera.jpg

Magistrada Diana Fajardo Rivera, presidenta de la Corte Constitucional./

La nueva presidenta de la Corte Constitucional, magistrada Diana Fajardo Rivera, posesionada hace un poco más de dos meses, tiene la postura de una mujer que se podría considerar avanzada y, quizá, vanguardista.

Ella fue la principal responsable de los fallos más polémicos en la Corte en los últimos tiempos, como las licencias de paternidad para parejas del mismo sexo, la regulación de la eutanasia en Colombia y el aborto.

Sin embargo, hablar de ella también implica que actualmente es la cabeza principal de las altas Cortes, el hito de la segunda mujer que está en este importante cargo y el poder en sus manos sobre las decisiones con respecto a las leyes que rigen en todo el país.

Fajardo Rivera habló sobre las denuncias de acoso sexual conocidas en las altas cortes, la crisis carcelaria, las demandas contra las reformas del presidente Gustavo Petro, la equidad de género en las altas cortes y el futuro del alto Tribunal.

Aunque ha aumentado significativamente el número de magistradas mujeres en la Corte Constitucional, en general las Cortes siguen siendo muy masculinas. ¿Qué se está haciendo desde para hacer una justicia más igualitaria?

Las mujeres hemos sido tradicionalmente excluidas de los espacios de poder y de toma de decisiones en

general, y la administración de justicia no es ajena a estas dinámicas. Esto ha hecho que predomine un modelo de justicia que olvida, en gran medida, las necesidades de las mujeres y que perpetúa instituciones, procedimientos y hasta prejuicios de género.

Aunque ha aumentado la participación de las mujeres en la Rama Judicial, especialmente en la Corte Constitucional, aún falta mayor representatividad. Por ejemplo, en la Corte se logró una mayoría, temporal, de cinco mujeres en 2022.

En la planta de personal de la Corte el 55 % de las magistradas auxiliares son mujeres, mientras que este porcentaje se reduce al 46,5 % en los datos generales de la Rama Judicial.

Usted ha tenido posturas que se pueden calificar de avanzada en temas como el aborto o los derechos animales. ¿Cree que en la actualidad tenemos una Corte vanguardista o se ha ido haciendo más conservadora?

Lo de vanguardista o conservadora obedece a una calificación de la opinión pública, a la cual no debemos sujetarnos los magistrados y magistradas, pues nuestro propósito es la defensa de la integridad de la Carta Política de 1991. Además, no deja de ser paradójico ver que durante mi paso por la Corte Constitucional he sido ubicada en extremos opuestos, lo cual evidencia la indeterminación de estas categorías y la dificultad de atribuirlas a la Corte como institución, en tanto, la conformación plural de esta Corporación busca reflejar una diversidad de conocimientos.

Recientemente la Corte Constitucional aprobó, por primera vez, la posibilidad de suspender una norma abierta o manifiestamente incompatible con la Constitución y que pueda producir efectos irremediables o que lleve a eludir su control de constitucionalidad. ¿Hasta dónde llega esta atribución? ¿No puede generar cierta inestabilidad jurídica?

Esta discusión no era nueva para la Corte. El año pasado, la Sala Plena debatió esas facultades en el marco de las demandas de inconstitucionalidad contra la Ley 2159 de 2021, que suspendió parcialmente la ley de garantías electorales. En esa ocasión, la mayoría, en el Auto 123 de 2022, descartó la suspensión provisional de los efectos de la norma. Este año volvió a surgir la discusión y, en efecto, en el Auto 272 de 2023, la Sala Plena aceptó la posibilidad excepcional de suspender provisionalmente los efectos de una norma cuyo control constitucional está en curso.

Publicar un comentario

0 Comentarios