En Guatemala, en los últimos tres años la escalada de violencia a periodistas y comunicadores ha cobrado la vida de algunos, y la libertad de otros. El acoso judicial y la criminalización tiene por lo menos a quince de ellos con procesos judiciales abiertos, detenciones y, el caso más emblemático, el de José Rubén Zamora, periodista y director de ElPeriódico, quien cumplió un año en prisión y su medio tuvo que cerrar en mayo de este año.
Por su parte, Ecuador fue en 2022 el tercer país más violento para ejercer el periodismo y este año podría ascender en esta lista. Los grupos delictivos, el crimen organizado y la crisis política han hecho que este año cinco periodistas hayan tenido que dejar el país. El asesinato de Fernando Villavicencio, periodista y candidato a la presidencia, así como el de otros políticos, tiene en alerta a la libertad de prensa y, por supuesto, a la democracia de la nación.
Ante este contexto, en la FLIP estamos apoyando el trabajo de algunas organizaciones defensoras de la libertad de expresión y a periodistas para que puedan seguir realizando su trabajo y, a la vez, salvaguardar su integridad. Con talleres que fortalecen sus capacidades en autoprotección, misiones de observación a los países y campañas conjuntas en redes sociales nos hemos sumado a la labor de garantizar la libertad de prensa en América Latina. FLIP: En pocas Palabras
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