Lupa a la chequera de una de las carteras clave del gobierno. El 93 % de los procesos fueron por contratación directa.
El ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, llegó a ese entidad en mayo de este año en remplazo de Carolina Corcho. FOTO COLPRENSA
Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez llegó al Ministerio de Salud el 1 de mayo de este año luego del segundo remezón que el presidente Gustavo Petro hizo en el gabinete de su Gobierno. En esa oleada de salidas rodó la cabeza de Carolina Corcho, a quien Jaramillo remplazó con la posta de sacar adelante la reforma a la salud.
Esa labor, sin embargo y como cualquier ministro, la realiza de la mano de la ejecución presupuestal en esa entidad. Desde su llegada a la cartera de salud, se han destinado $59.713’083.890 para la ejecución de 744 contratos, que se suscribieron entre el 1 de mayo y el 28 de septiembre.
EL COLOMBIANO le puso la lupa a estos procesos (con énfasis en los temas más mediáticos sobre salud, como vacunación, el sistema y EPS) para determinar en qué y cómo se está gastando la plata una de las entidades clave para el programa de gobierno del presidente Petro.
Los contratos más jugosos
La implementación de acciones con enfoque diferencial en el Sistema Indígena de Salud Propia e Intercultural (SISPI) fue el objeto del contrato más caro que ha celebrado hasta ahora el Ministerio de Salud, en este caso “dando cumplimiento a los compromisos de la Comisión Mixta con el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC)” mediante contratación directa. Tuvo un valor de $15.000 millones.
De hecho, esa modalidad de contratación fue la más común en esos cuatro meses: 699 (93,9 %) procesos se celebraron de esa forma. El restante se realizó por procesos de mínima cuantía (18), de régimen especial (2) y de selección abreviada de menor cuantía (1). Los otros 24 contratos aparecen como “no definido” en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop).
Por otra parte, el tipo de contrato que más se firmó en esta entidad fueron las órdenes de prestación de servicio (OPS) con 698, mientras que los procesos por suministro fueron seis y los de compraventa cinco. Entre tanto, 24 aparecen como “no especificado” y nueve como “otro”.
El segundo contrato más alto fue uno firmado el 10 de julio por $3.964.382.715 cuyo objeto era aunar recursos “para la implementación de la estrategia de rehabilitación psicosocial comunitaria para la convivencia y no repetición”, según el documento.
Hospitales, vacunas y EPS
Si algo ha marcado la agenda de trabajo del ministro Jaramillo han sido sus peleas con los presidentes y gremios de las entidades promotoras de salud (EPS) por la plata para garantizar la atención en salud, así como los anuncios de donaciones e inversiones para infraestructura hospitalaria y la implementación de un modelo de salud preventivo y predictivo en el país.
Pues bien, los contratos que refieren en su objeto a las EPS, al Programa Ampliado de Vacunación (PAI) y a acciones para implementar un modelo preventivo giran en torno a los $1.961 millones.
Los contratos para tratar temas relacionados con las aseguradoras fueron cuatro y suman $883.241.302; en cuanto al Programa Ampliado de Vacunación (estrategia para unificar el uso y aplicación de vacunas en el país), se firmaron 22 contratos que suman $701.372.145; mientras que los que impulsan un modelo preventivo y predictivo fueron nueve por $377.275.810.
A estas contrataciones le siguen en cuanto a número y plata los que tratan de gestión financiera de programas: se celebraron ocho contratos por $345 millones.
Después están los contratos para realizar proyectos de infraestructura física en salud: un tema en el que el ministro Guillermo Jaramillo ha sido enfático en su gestión. De hecho, el pasado 16 de septiembre anunció que se construirán tres hospitales flotantes para atender a habitantes de zonas apartadas del Pacífico, Amazonas, Putumayo, Guaviare y Vichada.
Hasta este mes se celebraron cuatro contratos para ese fin por $129 millones.
Las vacunas tienen otro capítulo con cinco contratos que buscan la construcción de estrategias para producir vacunas y tecnologías estratégicas en Colombia (dos por $85,5 millones), la revisión del avance del proceso de vacunación contra el covid-19 (dos por $64 millones) –tema en el que se supo que se perdieron 7,8 millones de dosis en año y medio– y uno (por $11,7 millones) para el pago de esos biológicos contra el coronavirus.
Reforma, futuro y prensa
Una de las discusiones más duras que ha tenido Guillermo Jaramillo con las EPS, y que los tienen reuniéndose buscando soluciones, es la plata que el Ministerio les gira anualmente para la atenciones de los afiliados –unidad de pago por capitación (UPC)–, que para las aseguradoras es insuficiente.
En ese sentido, la cartera de salud nacional suscribió dos contratos, el 18 y 28 de agosto, por $110 millones con el fin de diseñar “metodologías que permitan determinar la UPC y los beneficios, costos y tarifas del aseguramiento en salud según la información reportada por las EPS”.
Entre tanto, los ojos del Ministerio sobre las iniciativas legislativas que le competen –como la reforma a la salud– están puestos en el Congreso desde el 4 de agosto con un contrato por $60 millones.
Por otra parte, se han celebrado tres contratos por $137 millones para la elaboración de piezas periodísticas. Mientras que desde el 22 de agosto se firmó un proceso por $850 millones para hacer una encuesta nacional que evalúe “la satisfacción de los usuarios del sistema de salud con énfasis en atención primaria en salud”, que se está ejecutando, según le confirmaron del Ministerio de Salud a este diario.
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