En una ejecución que ha desatado una ola de indignación a nivel nacional e internacional, Kenneth Eugene Smith fue declarado muerto a las 02H25 GMT del viernes en Alabama, Estados Unidos, tras ser ejecutado con gas nitrógeno. Condenado a muerte en 1996 por el asesinato de una mujer ordenado por su esposo, Smith fue sometido a un nuevo método de ejecución, siendo la primera vez en más de 40 años que se introduce una variante diferente en el país.
La ejecución, que duró 29 minutos desde su inicio, generó fuertes reacciones de repudio. Steve Marshall, fiscal general de Alabama, afirmó que se hizo justicia y que el estado logró algo histórico al llevar a cabo esta ejecución.
Durante el proceso, Smith, de 58 años, según testigos presentes, "comenzó a retorcerse y a forcejear durante aproximadamente dos a cuatro minutos, seguido de aproximadamente cinco minutos de respiración ruidosa". La Casa Blanca, la Unión Europea y la ONU expresaron su consternación y condenaron la ejecución, calificándola como "especialmente cruel".
Este nuevo método de ejecución por inhalación de nitrógeno ha generado controversia, ya que no prevé la sedación, a diferencia de las recomendaciones de la Asociación Veterinaria Americana.
Kenneth Smith había presentado apelaciones alegando que este nuevo método violaría sus derechos constitucionales, pero todas fueron rechazadas. La ejecución del viernes fue el resultado de un intento previo de inyección letal en noviembre de 2022, que fue cancelado debido a problemas técnicos.
La indignación se intensifica a medida que la pena de muerte, especialmente con métodos no probados, enfrenta críticas cada vez más fuertes tanto a nivel nacional como internacional. La Unión Europea reiteró su oposición firme a la pena de muerte "en todo momento y circunstancia", mientras que la ONU expresó sus serias preocupaciones sobre el método de asfixia con nitrógeno, sugiriendo que podría constituir tortura o un trato cruel, inhumano o degradante.
El hijo de la víctima, Mike Sennett, declaró después de la ejecución: "Nada de lo que ha pasado hoy aquí va a traer de vuelta a mamá". La polémica sobre la pena de muerte persiste en Estados Unidos, con cambios legislativos y mayor atención a problemas de salud mental y traumas de los acusados. La ejecución de Kenneth Eugene Smith marca un hito en este debate, generando un llamado a revisar y cuestionar los métodos utilizados en el sistema de justicia penal.
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