En Colombia, la migración proveniente de Venezuela ha adoptado un marcado rostro femenino. Según datos de Migración Colombia, de los 2.875.743 migrantes venezolanos en el país, el 52% son mujeres, cifra que revela el liderazgo de estas en el proceso de movilidad tanto personal como familiar.
La mayoría de estas mujeres migrantes se encuentran en edad productiva, comprendida entre los 18 y 39 años, sumando un total de 748.708 personas.
Destacablemente, el 62,3% de los Permisos por Protección Temporal (PPT) han sido otorgados a mujeres venezolanas, facilitando su identificación en el país y brindándoles acceso a servicios esenciales como salud, educación y justicia.
A pesar de estos avances, persisten desafíos significativos, especialmente en la identificación y prevención de la Violencia Basada en Género (VBG). Según la Secretaria de Equidad y Género de Cúcuta, Patricia Ríos, el 40% de las denuncias por VBG recibidas corresponden a mujeres venezolanas, quienes enfrentan violencias físicas, psicológicas, discriminación por expresión e identidad de género, amenazas y hostigamiento.
En el ámbito laboral, las mujeres migrantes venezolanas enfrentan una tasa global de participación del 51,8%, lo que representa una brecha de 24,6 puntos porcentuales en comparación con los hombres. Con una tasa de ocupación del 44,6% y una tasa de desempleo del 14%, estas mujeres enfrentan desafíos significativos en su inserción laboral, con una brecha de 5,2 puntos porcentuales en comparación con los hombres.
La migración venezolana en Colombia refleja así no solo un fenómeno de movilidad, sino también la resiliencia y determinación de las mujeres que lideran este proceso, aunque aún persisten obstáculos importantes que deben abordarse para garantizar su plena integración y bienestar en el país.
Desafíos y Realidades
Según datos de Migración con corte a enero de 2021, el 49% de los más de 2.875.743 millones de migrantes venezolanos en Colombia son mujeres, un segmento poblacional expuesto a riesgos de vulneración por sexo y violencia social y sexual, según el Gobierno.
Ante esta situación de vulnerabilidad, el Ministerio de Salud llevó a cabo la Encuesta Longitudinal de Salud de las Mujeres procedentes de Venezuela en Colombia, el primer estudio de esta magnitud en el país, con el objetivo de comprender las condiciones de vida de las 852.142 mujeres migrantes y sus principales características socioeconómicas.
Los resultados de la encuesta, basados en entrevistas a 2.297 mujeres, revelan una serie de realidades preocupantes. El 56,4% de las encuestadas tiene un estatus migratorio irregular y se ven abocadas a trabajos informales, con bajos ingresos y acceso limitado a servicios de salud.
Entre los hallazgos destacados, el 51,2% lleva más de un año viviendo en territorio colombiano, mientras que el 28,6% llegó hace menos de un mes. Las razones para migrar son principalmente problemas económicos (99%) y problemas de salud no tratados en Venezuela (1,4%).
En cuanto a la regularización migratoria, solo el 16,3% de las mujeres ha tramitado algún documento relacionado con su estatus migratorio. Además, el 90% vive con menos de un salario mínimo mensual, reflejando la precariedad de sus condiciones laborales, muchas de las cuales están relacionadas con trabajos informales y de cuidado, mal remunerados en general.
En cuanto a la seguridad alimentaria, el 91% de las mujeres califica para "hogar con inseguridad alimentaria severa", según la Escala Latinoamericana de Seguridad Alimentaria, lo que indica que algunos miembros de sus familias han experimentado hambre repetidamente.
El promedio de edad de las mujeres venezolanas migrantes es de 29 años, y la mayoría enfrenta problemas de salud mental, con un 81,8% manifestando síntomas depresivos. Estas cifras subrayan la urgencia de abordar las necesidades específicas de este grupo vulnerable en Colombia.
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