El
sistema educativo colombiano debe ser capaz de equilibrar los derechos a la
salud y a la educación y
garantizar la presencialidad al cien por ciento en las aulas de clase, debido a
las repercusiones negativas que la virtualidad.
Durante
la pandemia, Colombia ajustó 77 semanas de cierres de colegios y en sistemas
mixtos como la alternancia, pero la mayoría del tiempo la virtualidad ha sido
la imperante, con todas las implicaciones negativas en términos de calidad
educativa y menoscabo de la salud mental.
La
inasistencia escolar ha exacerbado la violencia contra la niñez y adolescencia.
Cifras de la Defensoría del Pueblo revelan que, a octubre de 2021, se reportaron
227 suicidios, 4685 casos de violencia intrafamiliar, 3847 de violencia
interpersonal y 14 690 exámenes médicos legales por presunto delito sexual en
niños, niñas y adolescentes, cifras que respaldan la posición de los
psicólogos.
De
acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional, en Colombia para 2021 se
matricularon 9 968 865 estudiantes, de los cuales 2 175 713 no regresaron a las
aulas de clases, lo que deja un bache importante en el sistema y la calidad
educativa.
Para
los expertos psicólogos es necesario buscar el equilibrio entre los derechos a
la salud y la educación, de modo que la presencialidad se garantice al cien por
ciento, con todas las medidas de bioseguridad, empezando por la vacunación.
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