Julio Fierro Morales, director del SGC, explicó que falta coordinar acciones con la zona de frontera para poder crear un mapa geológico que integre a Colombia y Venezuela./
Ayer, en conmemoración a los 148 años del terremoto de Cúcuta, la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) desarrolló un foro especial para socializar qué tan preparada está la ciudad si llegase a suceder un nuevo evento de esta naturaleza y por qué, aún después de tantos años, no se cuenta con el estudio de microzonificación sísmica.
El evento contó con la participación del director del Servicio Geológico Colombiano (SGC), el geólogo Julio Fierro Morales; el alcalde de Cúcuta, Jairo Tomas Yáñez Rodríguez; el secretario para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cúcuta, Huber Plaza, y algunos ingenieros y docentes de la UFPS expertos en el tema.
¿Cúcuta podría soportar un nuevo terremoto como el de 1875?
Este fue el interrogante que surgió en medio del foro y en el que todos los panelistas coincidieron en su respuesta: la ciudad no está preparada.
“El 70% de la ciudad, incluso puede ser más, tiene problemas de sismorresistencia, Cúcuta no ha sido sometida a la prueba de fuego, porque a veces nos confiamos de que no ha pasado nada y hay mucha construcción que se hace solo por la experiencia personal de los técnicos o de los mismos ingenieros, pero la norma es clara en que nosotros debemos ofrecer un producto que garantice la vida”, dijo Fernando Márquez Peñaranda, ingeniero estructural.
Peñaranda mencionó que Cúcuta no tiene la capacidad para soportar un terremoto como el de 1875, porque la amenaza de la naturaleza no se puede controlar y tampoco se les puede decir a los cerca de un millón de habitantes que dejen la ciudad.
En este sentido, precisó que lo único que se puede controlar es la vulnerabilidad de las edificaciones, esto, aplicando todas las normas técnicas, aunque cueste un poco más, pero con la certeza de que podrán salvar vidas ante un acontecimiento como el ocurrido hace 148 años.
Por su parte, Huber Plaza, secretario para la Gestión del Riesgo de Desastres, señaló que aunque no estamos preparados para un nuevo terremoto y tampoco lo podríamos soportar, para lo que estaría lista la ciudad “es para atender la emergencia de inmediato”.
El funcionario hizo un llamado a las curadurías urbanas, para que no se queden solo en entregar licencias de construcción, sino que hagan un seguimiento también a dichos proyectos y verifiquen que se esté cumpliendo con las normas establecidas para construir cualquier edificación.
“En estos momentos, el alcalde ordenó activar la Comisión de Veeduría Municipal, que es la que nos va a llevar a poner un poco de orden, porque a veces solo miramos los diseños estructurales, pero no estamos teniendo en cuenta los planos de las construcciones de los elementos no estructurales y son los que más rápido empiezan a fallar”, añadió el secretario.
¿Por qué se necesita un estudio de microzonificación sísmica?
Frente a por qué aún Cúcuta no cuenta con este tipo de estudio, los ponentes también coincidieron en afirmar que, lamentablemente ha faltado voluntad política para hacerlo, sobre todo por la falta de conocimiento.
Fierro Morales señaló que hay que tener en cuenta que los sismos, por más avances tecnológicos que hayan, no se pueden predecir. “Hay unas complejidades y es que los sismos actúan diferente de acuerdo a las formas del terreno, del suelo. Cúcuta está sujeta a unas dinámicas particulares, no solo por el terremoto de 1875, sino por otros sismos que han generado daños en la ciudad, y para entender de una mejor manera cómo estas dinámicas afectan las construcciones, se necesitan desarrollar estudios para tomar decisiones que tienen ver con el ordenamiento territorial”, explicó.
El profesional detalló que es necesario que Cúcuta haga el estudio de microzonificación sísmica para identificar por ejemplo, cuáles son las fallas geológicas que podrían generar un movimiento, qué tipos de suelos existen, ya que hay
No podemos seguir siendo testigos de como la ciudad crece ausente de planeación, hay que tener en cuenta que Cúcuta tiene un altísimo riesgo de destrucción”. Jairo Yáñez, alcalde de Cúcuta.
suelo arcilloso, pero también rocas y hay que saber cómo responden ante una onda sísmica.
En este sentido, sostuvo que, aunque los sismos no se pueden predecir, este estudio permitirá a las entidades territoriales tomar decisiones acertadas “en la construcción y en la planificación de las ciudades”.
Carlos Humberto Flórez Góngora, vicerrector de Investigación y Extensión de la UFPS, indicó que el estudio de microzonificación debe hacerse porque así está establecido en la Ley 1400 de 1997, en lo concerniente al Código de Construcción Sismorresistente.
“La norma establece que las ciudades mayores a cien mil habitantes y que se encuentren en zonas de amenaza sísmica alta deben someterse a este estudio y Cúcuta cumple con las dos condiciones. Entonces la ciudad debe hacerlo para conocer los periodos de vibración de los suelos, para saber dónde podemos construir edificios altos de más de 15 pisos, medianos de hasta 10 pisos, o edificaciones bajas”, comentó Flórez.
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