Licencia de paternidad costaría $1,7 billones

 La licencia no implica un gasto adicional para las empresas, pero sí es una carga en las finanzas del sistema de salud.

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La reforma laboral busca llevar de 2 a 12 semanas la licencia de paternidad./

Uno de los puntos de la reforma laboral que genera controversia es el aumento de manera progresiva de la licencia de paternidad, que ahora es dos semanas. Así, una vez entre en vigencia la norma pasaría a cinco semanas, a ocho en 2024 y a 12 semanas en 2025.

El Grupo de Análisis de Marcado Laboral (Gamla) elaboró el estudio ‘Estabilidad en el mercado laboral y análisis cuantitativo de algunos impactos del proyecto de ley de reforma laboral’, en el que concluyó que la iniciativa del Gobierno Nacional tendría un incremento en costo fiscal de la licencia de $1,7 billones.

Según los investigadores, un cálculo del costo asociado con la ampliación de la reforma requiere las proyecciones poblaciones del DANE, con el fin de determinar los nacimientos.

“En el caso de que el desempleo se mantuviera o se ubicara por arriba de su nivel estructural y, por tanto, la licencia de paternidad se mantuviera en dos semanas, la reforma tendría un incremento en costo fiscal de la licencia de $1,7 billones. En el caso de que el desempleo en 2025 disminuyera en 3 puntos porcentuales o más de su nivel estructural, el sobrecosto sería de $740.000 millones”, señaló el informe.

Aumenta, si baja el desempleo

El profesor de Derecho Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Fabián Hernández, recordó que, según la norma vigente, la licencia de paternidad debe aumentar una semana hasta llegar a cinco, si el desempleo estructural se reduce al menos un punto por año.

Aseguró que el desempleo estructural nunca había sido medido en el país hasta el año pasado y solo tendríamos el primer comparativo en diciembre de este año, para establecer si efectivamente bajó el desempleo estructural (relación oferta de trabajo copada por personal capacitado para la misma). Sin embargo, nada indica que necesariamente ese desempleo debiera reducirse, por lo que es incierto el elemento de medición.

“Ante esa incertidumbre, la propuesta elimina ese parámetro y simplemente aumentaría, de ser aprobada, la licencia a 12 semanas”, añadió.

El director del Área Laboral del Consultorio Jurídico de esa misma Facultad, Javier Almanza, indicó que la propuesta se debe mirar desde dos ópticas, porque es cierto que se debe dar un reconocimiento amplio a que el padre esté con el recién nacido el mayor número de tiempo, lo cual puede ser un elemento de motivación para el desarrollo de su actividad laboral.

No obstante, señaló que, desde la óptica empresarial, ese espacio de ausencia de producción puede ser perjudicial para la organización, resaltando que el costo laboral es una de las mayores preocupaciones.

Almanza sostuvo que esta propuesta puede llevar a la suspensión de la contratación en la población joven. También es importante considerar el impacto financiero dentro del sistema de seguridad social en salud.

recarga en finanzas de la salud

Fabián Hernández resaltó que mediciones del Observatorio de Derecho del Trabajo de la Universidad del Rosario indicaron que, para licencias de maternidad, los empleadores no remplazaban a las maternas en el 80% de los casos, sino que preferían dividir la carga de trabajo entre sus compañeros mientras duraba tal licencia.

“Podríamos pensar que puede ser similar el comportamiento cuando quienes salieran a disfrutar la licencia sean los padres, luego, solo un 20% de los casos causaría un gasto adicional al remplazar al trabajador licenciado que, usualmente, en cargos de inferior jerarquía, se remplazan mediante empresas de servicios temporales”.

Hernández recalcó que la cobertura de la licencia en materia económica no le corresponde al empleador, sino al sistema de salud. La empresa solo sirve de intermediario, paga la licencia y luego le es reembolsada por la EPS correspondiente.

“Significa esto que no implica un gasto adicional para las empresas, pero sí es una carga en las finanzas del sistema de salud”, consideró.

Su colega Javier Almanza también dijo que “es innegable que el Estado se vaya a afectar en sus finanzas, teniendo en cuenta, además, la reforma pensional”, por lo que “no van a hacer suficientes los recursos para sostener el impacto”.

El abogado Fabián Hernández sostuvo que los más lógico, desde el punto de vista económico, sería que la licencia de paternidad mantuviera un crecimiento de una semana cada dos años, en relación con un porcentaje a determinar respecto de la reducción de la informalidad, pues más personas deberían cotizar al sistema, migrando del régimen subsidiado al contributivo, y se recibiría una mayor cantidad de recursos que pueden absorber el incremento de la licencia sin aumentar las cotizaciones

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