“Medirnos por hectáreas nos hace daño”, respondió Néstor Osuna- Ministro de justicia, a cultivos ilícitos

 

De los 1.122 municipios existentes en Colombia, hay presencia de cultivos de coca en 185, entre ellos ciudades capitales como Cúcuta. /

Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, aumentó casi un 13% los cultivos de hoja de coca en 2022 hasta alcanzar el récord de 230.000 hectáreas, según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Sobre Norte de Santander los hallazgos de UNODC indican lo siguiente:

-Aunque el mayor aumento se registró en Putumayo en su condición de departamento, en cuanto a municipios, Tibú ocupa el primer lugar con cerca de 22.000 hectáreas de coca.

-En el Catatumbo está el enclave con mayor área de coca. Registra cerca de 28.000 hectáreas; representa el 30% del total de los enclaves y el 12% del total de los cultivos que hay a nivel nacional.

El Ministerio de Justicia, en cabeza de Néstor Osuna, presenta el informe anual de monitoreo de territorios con presencia de cultivos de coca en el 2022. /

La medición por hectáreas está hecha para causarnos problemas”, afirmó el ministro de Justicia, Néstor Osuna, durante la presentación del informe anual de cultivos ilícitos elaborado por Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El país aumentó el año pasado en un 13% el total de áreas sembradas con hoja de coca, al situarse en 230 mil hectáreas, frente a las 204 mil reportadas en 2021.

En todo caso, esa tasa de aumento es menor a la que se reportó el año anterior. “La idea de que estamos inundados de coca no es cierta”, explicó el ministro de Justicia.

Para Osuna, deberían existir más índices de consumo que comprendan de mejor manera las dinámicas sobre las drogas y, además, no restringirla al número de hectáreas sembradas.

El jefe de la cartera de Justicia aseguró que, pese al aumento en el porcentaje, “se está aplanando la curva”, dado que el incremento del año pasado en más bajo que el reportado en 2021, cuando fue del 41%.

Del total de 230 mil hectáreas registradas en 2022, el 77% se concentró en Putumayo, mientras que en otros territorios en los que los cultivos ilícitos han sido tradicionales, como Norte de Santander y Nariño, hubo equilibrio.

El 88% de la coca, señaló el informe, se concentra en áreas donde “siempre ha estado desde hace diez años”, como indicó el coordinador del SIMCI, Leonardo Correa. De hecho, la tasa de crecimiento en todo el país sin Putumayo es solo del 3%.

Correa llamó la atención frente a la zona alrededor del río Putumayo. El informe de monitoreo evidenció que el núcleo de coca se une con el núcleo de Perú, dado que se unen cultivos de ese país con los de las zonas que están en la frontera con el río. Para Correa, existe un “riesgo de núcleo trasnacional”.

Frente a ese hecho, Osuna indicó que una de las prioridades del ministro de Exteriores, Álvaro Leyva, es la de mantener diálogos con Perú, Ecuador y Brasil, debido a que el río Putumayo es “una autopista gratis” que favorece al narcotráfico.

Para la ONUDC y para el Gobierno las alarmas se encienden en varias zonas de concentración en las que los cultivos se encuentran sobre áreas que requieren protección especial. El 21,5% de los cultivos están en parques nacionales naturales, 18% en resguardos indígenas, 4% en tierras de comunidades negras y 2% en reservas forestales.

Frente a este panorama, el ministro Osuna le explicó a Colprensa que contempla medidas de sustitución luego de consultas previas con la comunidades, además de fomento de economías verdes en las que se puede utilizar tanto la coca como otros cultivos. La excepción es el área concentrada en zonas forestales, donde, según Osuna, “no puede haber cultivo

La represión enriquece a las mafias, provoca más violencia y no ataca el consumo en las grandes potencias”. Dijo el presidente Gustavo Petro de nada”, por lo que la estrategia es la erradicación.

En las zonas de mayor concentración de coca, el informe señaló que persiste la falta de presencia estatal, a lo que Osuna respondió que la actual política de drogas del gobierno, que fue publicada este fin de semana y será presentada formalmente el 3 de octubre, “promete que el Estado va completo”, es decir, además de la Fuerza Pública, se contrmpla llevar educación y carreteras para contrarrestar las economías ilícitas.

Por último, en esas zonas de concentración, que ocupan el 14% del territorio en el que se siembra coca, la problemática de cultivos es más compleja por cuenta de la producción, que se consolida en un 44% del total nacional. Ello se explica porque la nueva dinámica de drogas ofrece cierta convergencia entre esa producción y otros bienes y servicios que se obtienen por las economías lícitas en centros poblados.

“Fracaso”

El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha denunciado el “fracaso” de la lucha antidrogas y planteado a Estados Unidos que defina un nuevo enfoque basado en la prevención del consumo en las economías desarrolladas.

Según el ministerio de Justicia del 2012 al 2022 se erradicaron forzosamente más de 840.000 hectáreas de coca, pero el área sembrada se incrementó en 327%.

El sábado Petro lideró una cumbre sobre el tema con representantes de una veintena de países latinoamericanos, incluido el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Desde la ciudad colombiana de Cali (suroeste), Petro y su homólogo mexicano acordaron unificar las voces en América Latina para exigirle al mundo un cambio que implique un tratamiento integral de la lucha contra las drogas.

Según los presidentes izquierdistas, la represión enriquece a las mafias, provoca más violencia y no ataca el consumo en las grandes potencias ni la pobreza en la que se incuban las organizaciones del narco.

“La política llamada guerra contra las drogas ha fracasado. No sirve”, aseveró Petro en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas.

Pese al desarme de las FARC, la entonces guerrilla más poderosa del continente, en Colombia persiste una guerra que enfrenta a rebeldes, narcos, paramilitares y agentes estatales.

Financiados por el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, los grupos armados se multiplican.

El primer presidente izquierdista en la historia del país aboga por una política de “paz total” para desactivar el prolongado conflicto por medio del diálogo con todos los actores ilegales.

En medio siglo la estela de violencia deja 9 millones de víctimas, la mayoría desplazados.

Fentanilo

El ministro de Justicia, Néstor Osuna, aseguró en entrevista con Blu Radio que es un momento “estratégico” para cambiar a un enfoque “holístico” en la lucha contra los narcocultivos.

El jefe de la cartera aseguró que el país debe aprovechar la ventana que se abre cuando están cayendo los precios de la cocaína ante su colosal oferta y el auge de otras dogas como el fentanilo. Este es un opioide hasta 50 veces más potente que la heroína, que entra por México a Estados Unidos y mata a casi 200 personas al día en ese país, según datos oficiales.

Bogotá (Colprensa-AFP).

Publicar un comentario

0 Comentarios