Incontenible el hurto en Barrio Blanco y El Rosal en Cúcuta y Seguridad Ciudadana no se da por enterada

Los vecinos de tres importantes barrios de la ciudad, Los Caobos, Blanco y El Rosal no resisten más robos y le pidieron al alcalde Jairo Yáñez acciones inmediatas para contener este fenómeno que, a juicio de la comunidad, está jalonado por los habitantes de la calle y la delincuencia común.

Hay residentes de El Rosal y Barrio Blanco que han sido víctimas de hasta siete robos en lo que va corrido del presente año.

Hernando Angarita, vecino del Barrio Blanco, instaló cercas eléctricas para defenderse de los ladrones./

Don Hernando Angarita, de 62 años, está vivo de puro milagro. Él le dijo a La Opinión que este año los ladrones lo han visitado en siete oportunidades en su casa y en todas lo han despojado de equipos electrodomésticos, televisores, computadores, dinero en efectivo, cuadros, aires acondicionado y hasta redes de cobre de la luz.

Aseguró que de todos los robos que ha sido víctima ha puesto denuncio en la Policía y la Fiscalía, pero dice que de nada ha valido porque los delincuentes siguen merodeando por los alrededores del barrio como ´Pedro por su casa’.

Para protegerse por su cuenta, Angarita tuvo que invertir más de cinco millones de pesos en cercas eléctricas para su vivienda en un intento desesperado por librarse de la delincuencia. “Me vi obligado a instalar cuerdas energizadas para impedir el ingreso de los ladrones por el patio, por el frente y por el tejado de mi casa”, indicó el residente de barrio Blanco.

Por la misma calle donde vive Angarita, la 21 con 0B, otros ladrones ingresaron a una casa desocupada y se robaron los contadores de agua, luz y gas. Pero también hasta lavamanos y tuberías de hierro y cobre se hurtaron al ingresar por el tejado, dijo Gloria Gutiérrez una vecina del sector.

Al responsable de la seguridad ciudadana en Cúcuta, Ángel Álvarez no lo conocen en estos barrios. Ayer, cuando La Opinión le preguntó por lo que estaba pasando en estos sectores se negó a responder, lo que deja en evidencia la falta de voluntad por dar soluciones.

Durante el día es común ver habitantes de la calle tirados en los andenes bajo los efectos de las drogas./ Foto cortesía

“Nos tienen atrincherados los ladrones”, dijo la mujer.

Decepción por ausencia de medidas

Cansados y decepcionados, así se declararon los residentes del barrio Blanco, El Rosal y Los Caobos, pertenecientes a la comuna 2 de la ciudad. La proliferación de habitantes en condición de calle, el hurto a residencias y el poco control de las basuras son nuestras principales problemáticas, dijeron líderes de estas comunidades a La Opinión.

Ya los balcones no los podemos tener abiertos, se trepan y se meten a robar. Estamos frente a delincuentes que son prácticamente apartamenteros y se camuflan entre los habitantes de la calle y los recicladores, expresó Alberto Callejas, vecino de Barrio Blanco.

Afirmó que en las calles de estos barrios es común ver gente inyectarse heroína a plena luz del día en los andenes, sin importar la presencia de menores de edad por el funcionamiento de institutos de inglés, colegios y jardines infantiles. Los vehículos no se pueden dejar afuera, les roban emblemas, espejos, los desvalijan. Los contadores se los llevan y también hasta las rejillas de los canales de aguas lluvias, es impresionante los extremos a los que estamos llegando, dijo Callejas.

Dijo que el secretario de Seguridad Ciudadana, Ángel Álvarez pareciera no existir en la ciudad, hay desconexión total de este funcionario con la comunidad y con la misma policía.

Un hecho que confirma esto es que ayer se negó a dar respuesta a las preguntas que le hizo La Opinión sobre la desbordante inseguridad en los barrios antes mencionados. Al cierre de esta edición no se quiso pronunciar.

Parte de la problemática radica en los mal llamados cambuches que se han creado en las orillas del río Pamplonita entre el puente Francisco de Paula Andrade Troconis (avenida cero) y Benito Hernández (San Rafael).

Los robos, según los mismos vecinos de El Rosal, barrio Blanco y Los Caobos son protagonizados por los habitantes de la calle que viven en estos cambuches.

“Salen en las noches, cuando todo mundo duerme y dan sus golpes. Roban para comprar vicio”, aseguró un líder cívico de El Rosal.

“A mi casa la han robado cinco veces, en las dos primeras se hurtaron todas las acometidas eléctricas, por el cobre. También en la calle 22 y 23 con 0B y 0C se han robado absolutamente todas las casas”, dijo

Suben a los árboles e ingresan al tejado y penetran por los patios”, relató el líder.

También han robado aires acondicionados y han intentado llevarse las rejas, por el hierro, para venderlo por chatarra y obtener dinero que les sirve para comprar sustancias sicoactivas que luego consumen en los cambuches donde viven, aseguran vecinos de este céntrico sector.

“Nosotros le estamos solicitando al alcalde Jairo Yáñez que actúe cuanto antes para evitar una tragedia. No entendemos por qué se permitió que los habitantes de la calle levantaran cambuches aguas abajo del río Pamplonita en su paso por Cúcuta, dijeron los vecinos de El Rosal.

La secretaria de Gobierno, Hidela Benítez, en resiente entrevista con La Opinión mencionó que en el caso de las invasiones de espacio público y de levantamiento de ranchos es la policía la responsable de los desalojos.

Según el último censo adelantado en 2021 por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, Cúcuta, con 2.211 personas, es la ciudad capital después de Bogotá con más población de habitantes de la calle, de esta cifra el 83,6 por ciento son hombres y 16,4 por ciento mujeres.

Este registro pudo haber aumentado considerablemente en los dos últimos años, debido a la fuerte migración que se produce de esta población proveniente de Venezuela.

Los comerciantes y residentes del barrio Los Caobos, otro de los sectores afectados por la presencia de habitantes de la calle y de drogadictos, se aliaron con asociaciones de recicladores formales en un intento por dar una solución a los problemas de seguridad y salud pública que genera esta población.

“Nos dimos cuenta que todo parte de la basura que se saca a la calle y la que dejan las noches de rumba en la zona rosa, por eso la alianza con las asociaciones de recicladores formales, con los cuales dimos inicio a un plan piloto que ya empieza a dar sus primeros frutos (Ver recuadro).

Habla la Policía

El primer Distrito de Policía informó ayer que específicamente en los barrios citados avanzan planes de vigilancia y control para contrarrestar la delincuencia.

A la fecha, se ha efectuado un total de 20 capturas en el barrio El Rosal y Barrio Blanco de los cuales, 4 han sido por tráfico y porte de armas de fuego.

En cuanto al delito de hurto a personas tenemos una reducción del 18 por ciento con respecto al año 2022, y una reducción del 67% en el delito de hurto a residencias en el cuadrante 6 San Rafael, al cual le compete el Barrio Blanco. El comando de este Distrito indicó que con la alcaldía se adelantan planes para darle un control a la población habitante de la calle, situación que requiere la intervención de la alcaldía.

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