El llamado del Papa no solo resuena en la conciencia de los países directamente afectados, sino que también apela a la comunidad internacional para unir esfuerzos y evitar que esta tragedia pase desapercibida. "Es necesario el esfuerzo conjunto de los países más directamente afectados y de la comunidad internacional para evitar que esta trágica realidad pase desapercibida y dar juntos una respuesta humanitaria", enfatizó el Papa Francisco.
Crisis migratoria sin precedentes en el Darién
Las preocupaciones del Papa se centran en la crisis migratoria sin precedentes que afecta la selva del Darién, con más de medio millón de migrantes cruzando este año desde Colombia a Panamá en su camino hacia Estados Unidos. Este asombroso récord, revelado por el gobierno de Panamá a principios de diciembre, representa el doble de la cifra registrada en 2022.
El Paso del Darién, una ruta de 265 kilómetros de longitud, se ha convertido en un corredor vital para aquellos que buscan una vida mejor en Estados Unidos desde Sudamérica, a pesar de los peligros y las dificultades. Las personas que se aventuran por este camino provienen de diversas partes del mundo, siendo la mayoría venezolanos, seguidos de ecuatorianos, haitianos, chinos, vietnamitas, afganos y personas de países africanos.
La situación se agrava por la presencia de bandas criminales que roban y extorsionan a los migrantes a lo largo de su peligroso viaje. Ante esta realidad, Panamá ha establecido centros de ayuda a lo largo del país con la colaboración de organizaciones internacionales para hacer frente al flujo migratorio masivo.
El llamado del Papa Francisco resuena como un urgente recordatorio de la necesidad de abordar esta crisis humanitaria y trabajar en conjunto para proporcionar una respuesta efectiva y compasiva a los migrantes del Darién.
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