En medio de promesas incumplidas y acusaciones cruzadas, el convenio de tránsito entre la Policía Metropolitana y la administración municipal de Cúcuta ha generado un intenso debate que pone en entredicho la gestión del alcalde Jorge Acevedo. La situación se agrava ante la ausencia de un acuerdo definitivo después de dos meses de su mandato, a pesar de las afirmaciones iniciales de eliminar la presencia policial y optar por un enfoque más directo en el control de la movilidad.
Durante su campaña, Acevedo prometió una transformación en la gestión del tráfico, asegurando que no habría retorno de la policía y que se implementaría un modelo de control basado en alféreces de tránsito. Sin embargo, una vez en el cargo, el panorama cambió. Aunque se comprometió a renovar el convenio con la Policía Nacional, descartó la presencia de alféreces de tránsito, lo que sugiere un giro en su postura inicial.
La falta de firma del convenio ha dejado a los ciudadanos de Cúcuta sin la presencia de la policía de tránsito, generando preocupación por la seguridad vial en la ciudad. El principal punto de conflicto parece ser el presupuesto del convenio, valorado entre 6 y 7 mil millones de pesos, cuya responsabilidad de decisión recae en la dirección nacional de la Policía, según indica la coronel Sandra Mora.
La relación entre la administración municipal y la Policía Metropolitana se ve empañada por la falta de comunicación y coordinación. Mientras la alcaldía envió una carta de intención a la dirección nacional de la Policía, la Metropolitana no recibió ninguna copia, lo que refleja una desconexión en el proceso.
La coronel Mora ha negado cualquier crisis en las relaciones institucionales, atribuyendo la falta de avances a decisiones que escapan a su control. Sin embargo, su insistencia en que ella no tiene facultades para dictar presupuestos contrasta con la urgencia de la situación y alimenta la percepción de falta de liderazgo en la gestión del convenio por parte de la administración municipal.
La falta de firma del convenio de tránsito en Cúcuta revela una serie de deficiencias en la planificación y gestión del gobierno local, así como en la coordinación con las instituciones pertinentes. La incertidumbre en torno a la seguridad vial y la responsabilidad política en este estancamiento exige una pronta acción por parte de las autoridades para garantizar el bienestar de los ciudadanos.
El incumplimiento de promesas, la falta de acción y liderazgo en la firma del convenio, así como en el intento de deslindar responsabilidades radica en varios aspectos:
Promesas incumplidas del alcalde: Jorge Acevedo prometió durante su campaña que no habría presencia policial en el tránsito de Cúcuta, proponiendo en su lugar una vinculación directa o alférez para controlar la movilidad. Sin embargo, tras asumir el cargo, cambió de opinión y mencionó la renovación del convenio con la Policía Nacional, pero sin la presencia de alférez de tránsito.
Falta de acción y responsabilidad: A pesar de haber transcurrido dos meses desde que asumió la alcaldía, no se ha firmado el convenio con la Policía Nacional, dejando a la ciudad sin presencia de la policía de tránsito. Esto muestra una falta de acción por parte del alcalde en cumplir con sus promesas y responsabilidades hacia la seguridad vial de los ciudadanos.
Deslindamiento de responsabilidades: El alcalde parece estar tratando de deslindar su responsabilidad al mencionar que las decisiones sobre el presupuesto y el convenio las toma la dirección nacional de la Policía, lo que genera una percepción de falta de liderazgo y planeación por parte de la administración municipal.
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