La Empresa Públicas de Medellín (EPM) ha desplegado una serie de estrategias integrales para enfrentar el Fenómeno de El Niño, asegurando la continuidad en la prestación de servicios de agua y energía. Esta preparación abarca desde maniobras técnicas hasta inversiones en infraestructura, nuevos proyectos y una comunicación eficaz con la comunidad.
El gerente general de EPM, John Maya Salazar, enfatizó que la seguridad energética y hídrica son fundamentales en las estrategias y las inversiones de la empresa. Estas medidas están diseñadas para hacer que los sistemas sean menos vulnerables y puedan responder de manera efectiva a eventos climáticos extremos como El Niño.
En términos energéticos, EPM opera desde 23 centrales de generación hidráulica y una térmica, implementando iniciativas para mitigar los impactos de la variabilidad climática. Esto incluye llevar los embalses a un 80% de su capacidad para garantizar una generación óptima de energía durante el período crítico del primer trimestre de 2024.
La generación térmica ha sido necesaria para mantener reservas adecuadas de agua en los embalses en todo el país, lo que ha resultado en un aumento de los costos de generación. Sin embargo, la entrada en operación de las unidades tres y cuatro de la central Hidroituango ha contribuido significativamente a reducir los precios de bolsa y atender una parte considerable de la demanda nacional.
EPM también ha realizado inversiones importantes en mantenimiento de infraestructura eléctrica, con un enfoque en la modernización de equipos para mejorar la eficiencia y la confiabilidad. Estas inversiones, que superan los $103.000 millones, tienen como objetivo garantizar una entrega segura y confiable de energía al sistema, lo que se traduce en beneficios tangibles para los colombianos y el desarrollo del país.
En cuanto al suministro de agua, EPM ha logrado minimizar las interrupciones del servicio durante el actual Fenómeno de El Niño, con solo 544 usuarios afectados en comparación con los 26 mil durante el evento de 2015-2016 en el mismo período. Esto se atribuye a una inversión cercana a los $3 billones entre 2016 y 2024, que ha aumentado la capacidad de captación, producción, transporte y almacenamiento de agua cruda, así como las interconexiones para mejorar la confiabilidad del servicio de acueducto.
A pesar de estos esfuerzos, EPM reconoce que existen riesgos continuos debido a la variabilidad climática, lo que subraya la importancia de seguir fortaleciendo el sistema de acueducto y adoptar medidas proactivas para enfrentar futuros eventos climáticos extremos.
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