El informe señala que las autoridades rusas han violado los derechos humanos y leyes humanitarias internacionales, cometiendo crímenes de guerra en el proceso. Además de la tortura generalizada y sistemática, se documentan casos de violaciones y violencia sexual contra mujeres, calificados como tortura.
En particular, se detallan los horrores sufridos por prisioneros de guerra ucranianos en centros de detención en Rusia. También se menciona el traslado ilegal de niños a zonas bajo control ruso, una acción que llevó a la emisión de una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, en marzo de 2023.
El informe no solo se centra en los crímenes de guerra, sino que también examina la apropiación ilegal de bienes culturales y archivos en los territorios ocupados por Rusia. La ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, ha sido particularmente afectada, con más de 10.000 objetos culturales y el 70% de los documentos de los archivos estatales trasladados a Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Los investigadores denuncian que la ley adoptada en marzo de 2023 por las autoridades de ocupación, que declara que los bienes y archivos confiscados pertenecen ahora a Rusia, constituye un crimen de guerra.
Este informe de la ONU subraya la urgente necesidad de abordar las violaciones de derechos humanos en Ucrania y resaltar la importancia de la justicia internacional para responsabilizar a los culpables y garantizar la protección de los civiles afectados por el conflicto.
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