En los poco más de dos años de gobierno de Gustavo Petro, los constantes cambios en el gabinete y en los mandos medios del Ejecutivo han generado preocupación por la estabilidad y eficiencia de su administración. Durante este periodo, al menos 38 ministros han desfilado por los 18 ministerios del país, con una permanencia promedio de solo ocho meses en sus cargos. La rotación en los viceministerios ha sido aún mayor: 124 personas han pasado por 41 de estas posiciones técnicas, de las cuales solo seis permanecen en sus puestos desde el inicio del mandato.
El Ministerio del Interior, clave para la gobernabilidad y el trámite de las reformas en el Congreso, ha sido uno de los más afectados, con tres ministros en dos años, lo que equivale a “casi uno por legislatura”. Esta inestabilidad no solo afecta el liderazgo político, sino también la capacidad de las carteras para ejecutar los planes del gobierno y alcanzar sus metas.
Impacto en la ejecución presupuestal
Uno de los principales efectos de esta rotación constante es la baja ejecución presupuestal. Un informe de Corficolombiana divulgado en julio mostró que la ejecución del presupuesto durante el primer semestre de 2024, sin contar el servicio de la deuda, fue de apenas el 36,6 %, el promedio más bajo en 23 años. Ministerios con alta rotación de viceministros, como el de Agricultura y Desarrollo Rural y el de Comercio, Industria y Turismo, presentan porcentajes de ejecución alarmantemente bajos, con 21,2 % y 39,4 %, respectivamente.
En otras entidades del Estado, como la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, el Fondo de Adaptación y el Instituto Nacional de Vías (Invías), los directivos han cambiado hasta en seis oportunidades. Otros organismos, como el Fondo Rotatorio de la Policía, la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte y el Invima, han visto hasta cinco directores en este corto periodo. En 18 entidades más, se han registrado hasta cuatro cambios en la dirección, lo que refleja un panorama de inestabilidad en las instituciones encargadas de ejecutar políticas públicas.
La raíz del problema
Para el representante a la Cámara, Nicolás Cadavid, esta falta de estabilidad en el equipo de gobierno tiene su origen en lo que describe como un liderazgo tóxico por parte del presidente Petro. “Para el Gobierno ha sido difícil estabilizar un equipo porque no hay quién lo oriente. El liderazgo del propio presidente es tóxico, no es de concertación ni de seguimiento a las tareas, sino de ruptura, y acá están los resultados”, comentó Cadavid.
El constante relevo en cargos clave afecta la capacidad del Gobierno de implementar sus políticas de manera efectiva, especialmente en áreas que requieren conocimiento técnico y continuidad en la gestión. Los viceministerios, en particular, desempeñan un rol crucial en el andamiaje del Estado, pues son los encargados de aterrizar los planes de gobierno y coordinar su ejecución en los diferentes territorios.
Consecuencias para la gobernabilidad
Los frecuentes cambios en el gabinete también tienen implicaciones para la gobernabilidad. El Ministerio del Interior, encargado de negociar y lograr consensos con el Congreso, es un claro ejemplo de cómo la rotación de ministros puede afectar la capacidad del Gobierno para avanzar en sus reformas. Con tres ministros en menos de tres años, la estabilidad política se ha visto comprometida, dificultando el diálogo y la concertación con los legisladores.
La situación genera inquietud no solo en la opinión pública, sino también entre los actores políticos y económicos del país. La falta de estabilidad y de resultados concretos en la ejecución de los planes del Gobierno podría repercutir en la capacidad del presidente Petro para cumplir con las ambiciosas promesas de su mandato.
¿Hacia dónde va el gobierno de Petro?
A medida que el gobierno de Gustavo Petro avanza, el desafío de consolidar un equipo de trabajo estable y eficiente se vuelve más urgente. La falta de continuidad en los cargos técnicos y estratégicos, sumada a los bajos niveles de ejecución presupuestal, pone en duda la capacidad del Ejecutivo para alcanzar sus objetivos.
El futuro del gobierno depende en gran medida de la capacidad de Petro para generar confianza, estabilizar su equipo y garantizar que los recursos asignados se traduzcan en mejoras tangibles para el país. Mientras tanto, los frecuentes cambios en el gabinete y en los mandos medios seguirán siendo una fuente de preocupación y un obstáculo para la gestión del Ejecutivo.
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