La noche que prometía ser una fiesta del fútbol colombiano en el estadio Pascual Guerrero terminó entre lágrimas, frustración y desorden. La gran final de vuelta de la Copa BetPlay Dimayor 2024 entre América de Cali y Atlético Nacional se suspendió cuando el reloj marcaba el minuto 84, dejando un sabor amargo en las tribunas y un capítulo de escándalo en la historia del torneo.
El marcador estaba 0-0, y el América, con la responsabilidad de revertir el 3-1 de la ida en el Atanasio Girardot, no lograba encontrar el camino al gol. La tensión se sentía en el aire. En la tribuna sur, donde se ubicaban los seguidores más fervientes del equipo caleño, las emociones desbordaron los límites. Un grupo de aficionados intentó invadir el terreno de juego, forzando al árbitro Jorge Ortiz a detener el encuentro.
Lágrimas y desconcierto en el terreno de juego
El pitazo que marcó la interrupción cayó como un martillo sobre los corazones de los jugadores del América. Duván Vergara, Adrián Ramos y Cristian Barrios, referentes del equipo, no pudieron contener las lágrimas. La ilusión de remontar parecía desvanecerse ante sus ojos. El desconcierto se apoderó de todos: jugadores, cuerpo técnico y aficionados.
El árbitro, tras evaluar la gravedad de los incidentes y en comunicación con las autoridades de seguridad, ordenó que ambos equipos se dirigieran a los camerinos. El ambiente en las tribunas era de tensión creciente, y las medidas buscaban evitar que la situación escalara aún más.
Nacional: campeón en medio del caos
Con el marcador sin goles en el partido de vuelta, Atlético Nacional mantuvo la ventaja obtenida en el juego de ida. La Dimayor, en un comunicado oficial, confirmó que el conjunto verdolaga se consagraba campeón de la Copa BetPlay Dimayor 2024. Según el reglamento, al haberse jugado la mayor parte de la serie, el resultado global de 3-1 le otorgaba a Nacional su séptimo título en esta competencia.
El equipo antioqueño ratificó su supremacía en el torneo, sumando una nueva estrella a las ya conseguidas en 2012, 2013, 2016, 2018, 2021 y 2023. Este logro lo consolida como el club más exitoso en la historia de la Copa Colombia. Sin embargo, esta vez la celebración no tuvo el brillo habitual.
Un final empañado por la violencia
El desenlace de la final dejó una amarga reflexión sobre el fútbol como espectáculo y fenómeno social. Lo que debía ser una celebración terminó empañado por los actos de algunos hinchas que dejaron a su equipo sin la oportunidad de luchar hasta el último minuto.
La Dimayor deberá analizar lo ocurrido y tomar medidas para evitar que incidentes similares se repitan en el futuro. Mientras tanto, Atlético Nacional celebra un título más en su rica historia, aunque esta vez el eco de su triunfo resuena entre el silencio de un estadio que vivió una noche para el olvido.
Una mancha en la pasión del fútbol colombiano
El fútbol, que tantas veces une y emociona, también mostró su rostro más oscuro. El Pascual Guerrero, testigo de memorables hazañas deportivas, cerró la noche de la final con el ruido de los silbatos, las lágrimas de los jugadores y el desorden en las tribunas. Para América de Cali y sus seguidores, la tristeza será una herida difícil de sanar; para Atlético Nacional, la gloria se mezcla con la sombra de una final inconclusa.
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