El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció una ambiciosa propuesta para establecer una "gran zona económica binacional" que abarque el departamento colombiano de Norte de Santander y los estados venezolanos de Táchira y Zulia. Esta iniciativa busca fomentar la inversión, la producción y el comercio en la región fronteriza, aprovechando los beneficios de la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales de Venezuela.
Una idea retomada para fortalecer la región
La propuesta no es nueva. En 2022, Maduro planteó al presidente Gustavo Petro la posibilidad de crear una zona económica especial en los territorios fronterizos de ambos países. Sin embargo, fue en septiembre de 2024 cuando ratificó la iniciativa, señalando que Venezuela estaba preparada para implementarla bajo su marco jurídico vigente.
“Sabemos que hay muchos países interesados en invertir en esa zona económica, listos para traer tecnología y desarrollar toda esa área. Queremos que esta sea una gran zona económica de paz”, destacó Maduro, subrayando el potencial de la región para convertirse en un polo de desarrollo sostenible.
Un enfoque integral para el desarrollo económico y social
El principal objetivo de esta zona económica binacional sería atraer inversiones extranjeras y tecnología avanzada para impulsar sectores estratégicos como la manufactura, la agricultura y la infraestructura. Además, la propuesta incluye fortalecer los corredores turísticos binacionales, con la intención de incrementar el flujo de visitantes entre Colombia y Venezuela.
Pero la iniciativa va más allá de los indicadores macroeconómicos. Maduro ha enfatizado la necesidad de ofrecer soluciones integrales a problemas estructurales en la región. Esto incluye:
- La sustitución de cultivos ilícitos.
- Mejoras en educación y alfabetización.
- Mayor acceso a la cultura y el deporte.
- La generación de alternativas laborales decentes para las comunidades afectadas por la violencia.
En particular, la región del Catatumbo, marcada por enfrentamientos entre grupos armados y la inestabilidad social, sería una de las áreas clave donde la propuesta podría tener un impacto transformador.
Un modelo piloto con potencial de expansión
De consolidarse como un modelo exitoso, Maduro propone extender la iniciativa a otros territorios venezolanos como Apure o Amazonas, regiones con desafíos similares y un alto potencial de desarrollo.
La propuesta de Maduro podría representar un paso significativo para fortalecer las relaciones económicas y sociales entre Colombia y Venezuela, además de convertirse en un ejemplo de cooperación binacional para el desarrollo de zonas fronterizas. Sin embargo, su éxito dependerá de factores como el interés de inversionistas extranjeros, la estabilidad en la región y la colaboración efectiva entre los dos gobiernos.
Con esta apuesta, el gobierno venezolano busca reactivar las zonas fronterizas, convertirlas en centros de desarrollo sostenible y, en última instancia, brindar oportunidades de vida digna a las comunidades que han estado históricamente marginadas.
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