Embalses están en niveles normales para la época, y se estima que estén en volúmenes mayores a mediados de julio. Para fin de este año se espera la presión del fenómeno climático.
Según XM el volumen útil diario de la represa de Ituango, el fin de semana, era 57,34%. FOTO Esneyder Gutiérrez
Durante el fin de semana el nivel de reservas hídricas de los embalses dedicados a la generación de energía en el país se ubicaba en 69,44%, según cifras de XM, operador del Sistema Interconectado Nacional (SIN) y administrador del Mercado de Energía Mayorista (MEM).
El mayor porcentaje de volumen útil diario (83,65%) se observó en Antioquia donde se localizan los principales embalses de EPM e Isagén, y el menor (45,86%) en Oriente donde están las represas de Chuza, Esmeralda y el Guavio.
El monitoreo constante de esos indicadores resulta clave en momentos en que la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció que las condiciones del fenómeno climático de El Niño ya están presentes y se espera que se fortalezcan gradualmente hacia final de año.
“Dependiendo de su fuerza, El Niño puede causar una variedad de impactos, como aumentar el riesgo de fuertes lluvias y sequías en ciertos lugares del mundo”, dijo Michelle L’Heureux, científica climática del Centro de Predicción del Clima del NOAA.
Pero, se advirtió que “el cambio climático puede exacerbar o mitigar ciertos impactos. Por ejemplo, podría generar nuevos récord de temperatura, particularmente en áreas que ya experimentan temperaturas superiores al promedio durante El Niño”.
Caracterizado en Colombia por un menor régimen de lluvias, el fenómeno climático suscita inquietud frente a la dinámica futura que puedan observar los aportes hídricos que alimentan los 23 principales embalses de los diferentes generadores de energía hidráulica a los que le hace seguimiento XM.
Los preparativos
Para asegurar el suministro eléctrico que necesitará el país, los generadores se vienen preparando para afrontar El Niño, manteniendo los niveles de los reservorios.
Carlos Orduz, vicepresidente de Generación de EPM, precisó que el parque para producir electricidad de la compañía lo conforman 29 centrales (2 térmicas, 1 eólica y 26 hidráulicas).
“Existe un 90% de probabilidad de El Niño, el momento más fuerte se prevé que sea entre noviembre y diciembre y enero de 2024 y su intensidad aún no es clara”, explicó el funcionario, y añadió que en ese escenario será fundamental la disponibilidad de las centrales de generación.
Otro factor fundamental será que estén preparadas y a punto las térmicas (Termosierra y Termodorada), las cuales estuvieron encendidas en los primeros días de junio. “Estas entran a generar energía si las hidráulicas no son capaces de atender la demanda, y para su operación es necesario que haya disponibilidad de gas y combustible líquido (diésel)”.
Otro elemento crucial será la entrada en operación de las unidades 3 y 4 de Hidroituango, en noviembre. “Serán 600 megavatios que van a entrar al sistema, y como el río Cauca tiene una capacidad tan grande el agua será suficiente para que trabajen esas unidades”, mencionó Orduz.
En las cuentas de EPM el embalse de El Peñol-Guatapé debe ir subiendo. Por estos días está en el 88,5% y el objetivo es llevarlo arriba del 90% de aquí a mediados de julio.
Adicional, un componente que es crucial es el nivel de aportes hídricos, es decir cuánta agua les está llegando, y por estos días se está recibiendo una cantidad mayor al promedio histórico.
Por su parte, Celsia hace lo propio para afrontar los retos que imponga El Niño. “Estamos adelantando los mantenimientos correspondientes al último trimestre del año para ejecutarlos de aquí a agosto”, comentó Marcelo Álvarez, líder de Generación de la empresa, quien resaltó la pertinencia de avanzar en esas labores antes de la llegada de la temporada más seca, entre noviembre y diciembre y el primer trimestre de 2024.
“Los efectos se van a marcar en la tendencia de los precios de bolsa que, seguramente, se van a elevar fruto de la mayor generación térmica que son cada vez más costosos”, detalló Álvarez, quien sostuvo que con la información disponible se espera un fenómeno entre moderado y fuerte, pero no prolongado.
Celsia dispone de unos 1.000 megavatios en generación hidráulica, a partir de los embalses de Salvajina (76,95%), Prado (63,57%) y Calima (76,38%), y se espera que a mediados de julio lleguen a su cota máxima. A estos se suman las térmicas Meriléctrica y Termotesorito, y otros 200 megavatios de las granjas de energía solar.
Un caso singular en Celsia es el del embalse Alto Anchicayá que es pequeño por lo que se llena y vacía 30 o 40 veces al año. El 2 de junio estuvo en el 62% y una semana más tarde estaba en 0%. “Esa represa permite controlar las crecientes y el volumen total se puede consumir en tres o cuatro días, por lo que su capacidad de regulación es mínima como para enfrentar El Niño”, dijo.
Alto nivel
Isagén informó el jueves que el embalse Topocoro de la central Sogamoso se mantiene en niveles cercanos a su cota máxima de 320 metros sobre el nivel del mar (msnm) y mantiene un estricto seguimiento de la cuenca para estar preparado para afrontar el periodo de verano y la posible llegada de El Niño.
Luego de más de tres meses continuos de generación a plena disponibilidad de Hidrosogamoso, para aprovechar las buenas afluencias registradas, el fin de semana anterior fue necesario realizar un corto vertimiento, debido a que las lluvias de las últimas semanas de mayo en Cundinamarca, Boyacá y el sur de Santander, llegaron a picos que alcanzaron el 200% del promedio histórico, superando la capacidad de generación de la central y llevando el embalse hasta su máximo nivel de almacenamiento.
La maniobra significó el vertimiento del equivalente a un 0,6% de la capacidad del embalse, volumen que no era posible almacenar y podría generar riesgos a la estructura. Este fin de semana esa represa estuvo en el 98,48%.
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