Álvaro Leyva: Un Canciller en la Cuerda Floja: ¿Horas Contadas en la Cancillería?

El futuro del Canciller Álvaro Leyva en la Cancillería pende de un hilo mientras enfrenta una serie de controversias que han desencadenado especulaciones sobre su continuidad en el cargo. En el centro de la tormenta se encuentra la licitación para el contrato de elaboración de pasaportes, un proceso que ha desencadenado crecientes críticas, tanto a nivel profesional como personal, tensiones en el Congreso y acusaciones de machismo, han generado especulaciones sobre su permanencia en la Cancillería.

La Licitación de Pasaportes: Un Foco de Controversia

El punto álgido de la crisis se centra en la licitación para el contrato de elaboración de pasaportes, un proceso que ha desencadenado una serie de eventos adversos para Leyva y su gestión. La licitación fue declarada desierta, argumentando la presencia de un único oferente, Thomas Greg & Sons. No obstante, el gobierno se vio obligado a declarar la urgencia manifiesta y contratar a la misma empresa que inicialmente no había sido adjudicada.

Las críticas no se hicieron esperar, con voces como la del concejal electo de Bogotá, Daniel Briceño, quien denunció posibles prácticas de nepotismo y corrupción en la Cancillería. La demanda de la empresa por aproximadamente 120 mil millones de pesos añadió más leña al fuego, exacerbando la controversia.

Debate en el Senado: Un Punto de Inflexión

El miércoles 13 de diciembre marcó un hito crítico en la situación de Álvaro Leyva durante el debate de control político en la Comisión Segunda del Senado. A pesar de las expectativas de esclarecimiento sobre el proceso licitatorio de los pasaportes, Leyva optó por un enfoque evasivo y no proporcionó las explicaciones esperadas.

Acusaciones de Machismo y Moción de Censura en el Horizonte

El ambiente político se enrarece aún más con acusaciones de machismo después de que se pidiera la renuncia a Martha Lucía Zamora, encargada de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado. La controversia se intensificó cuando se reveló que Álvaro Leyva le gritó a Zamora en Casa de Nariño, desencadenando su renuncia.

En el Congreso, se gesta la posibilidad de una moción de censura se vislumbra como una amenaza real. La Comisión Segunda expresó su molestia por la actitud de Leyva durante el debate, y se especula sobre la viabilidad de apartarlo del cargo. La debilitada mayoría del Gobierno añade incertidumbre a la ecuación, planteando la pregunta: ¿Álvaro Leyva tiene las horas contadas en la Cancillería?

Ataque a la Prensa:

El enfrentamiento con el periodista Daniel Coronell marcó un punto álgido. Las tensiones se intensificaron cuando el periodista Daniel Coronell reveló la participación del hijo de Leyva, Jorge Leyva, en reuniones relacionadas con el tema de los pasaportes. Esto desató un enfrentamiento entre el Canciller y la prensa, en particular con Coronell, a quien se refirió de manera despectiva y acusó de falta de contrastación en sus informes. Las acusaciones de que Leyva utilizó apodos despectivos y descalificaciones personales sugieren una tensión creciente entre el Canciller y la prensa. El episodio refleja una estrategia de defensa que no solo busca contrarrestar las críticas, sino también desacreditar a los informantes.

Crisis de Paridad de Género en la Cancillería y Cuestionamientos Éticos:

Además de las controversias políticas, se suma el cuestionamiento sobre la paridad de género en la Cancillería. La reciente renuncia de mujeres como Martha Lucía Zamora y Laura Gil, junto con acusaciones de machismo, plantean dudas sobre el compromiso del gobierno con la equidad de género. La confrontación con Martha Lucía Zamora, a quien se le acusó de haber "acudido a los medios para causar daño," revela un tono defensivo y una táctica que pone en duda la ética en la gestión de la crisis.

En este contexto, la figura de Álvaro Leyva parece estar en una cuerda floja. La combinación de tensiones políticas, disputas públicas, la gestión institucional de las relaciones exteriores y la necesidad de abordar las críticas, cuestionamientos éticos y acusaciones se convierten en un desafío para Álvaro Leyva, plantea la interrogante de si el Canciller logrará sostenerse en su posición. Las próximas semanas podrían ser decisivas para determinar si, efectivamente, Álvaro Leyva tiene las horas contadas en la Cancillería, sumergiendo al Gobierno en una encrucijada política y de imagen.

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