La Aeronáutica Civil de Colombia activó este viernes una serie de medidas “inmediatas y coordinadas” tras el aviso emitido por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, que alertó sobre un deterioro de la seguridad y un aumento de la actividad militar en Venezuela y sus alrededores. La notificación, que estará vigente hasta el 19 de febrero de 2026, mantiene bajo vigilancia especial el espacio aéreo de Maiquetía, controlado por el régimen de Nicolás Maduro y que cubre también parte del Caribe sur y oriental.
La FAA, a través de un Aviso a los Aviadores (NOTAM), advirtió sobre una “situación potencialmente peligrosa” en la región de información de vuelo de Maiquetía, que incluye el principal aeropuerto internacional de Venezuela. El aviso coincide con un momento de alta tensión entre Caracas y Washington y con movimientos militares inusuales reportados en días recientes.
Colombia exige a aerolíneas análisis urgentes y rutas alternativas
Ante el alcance de la alerta, la Aerocivil colombiana ordenó a todos los operadores aéreos comerciales que transitan por esa zona entregar, con carácter urgente:
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Un análisis interno exhaustivo del impacto del aviso sobre sus rutas y operaciones.
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Una descripción detallada de las medidas operacionales y comerciales adoptadas, incluidas rutas alternas y refuerzos de seguridad.
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La confirmación de que cumplirán con el aviso previo de 72 horas exigido por la FAA para cualquier modificación en los itinerarios.
Además, recordó a las aerolíneas que, en aplicación estricta de los lineamientos estadounidenses, deberán:
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Solicitar, con un mínimo de 72 horas de anticipación, cualquier información adicional a la FAA mediante el correo oficial FAWATCH@FAA.GOV.
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Reportar de manera inmediata cualquier incidente o riesgo detectado en el espacio aéreo venezolano tanto a la Autoridad Aeronáutica colombiana como a la estadounidense.
Las medidas buscan blindar la seguridad operacional y evitar que un eventual escalamiento militar en territorio venezolano ponga en riesgo vuelos comerciales. Fuentes del sector aeronáutico admiten que, aunque los vuelos hacia el sur del Caribe no han sido suspendidos, las aerolíneas ya analizan desvíos y ajustes de itinerarios ante la incertidumbre regional.
Maduro responde con fiesta y acusaciones a EE. UU.: “No me para nadie”
Mientras Estados Unidos advierte sobre los riesgos en el espacio aéreo venezolano, Nicolás Maduro respondió desde un escenario escolar, rodeado de jóvenes que celebraban su día, con música, baile y mensajes políticos.
“¡Es viernes y me voy de rumba! ¡A mí no me para nadie!”, dijo el mandatario entre risas y saltos, acompañado de su esposa, Cilia Flores. En el acto, Maduro criticó lo que llamó las “asechanzas” de Estados Unidos y les pidió a los estudiantes venezolanos contactar a movimientos universitarios estadounidenses para pedir el cese de la “guerra”.
“Paren la guerra, no a la guerra, Venezuela quiere paz”, afirmó, mientras sonaba de fondo una canción electrónica que repetía mensajes en inglés como “no war” y “peace”.
La reacción del régimen contrasta con la creciente tensión militar en el Caribe. En las últimas semanas, Washington desplegó en la región el USS Gerald Ford, el portaaviones más grande y sofisticado de su flota, junto con buques de guerra y aeronaves furtivas. Aunque la Casa Blanca sostiene que el objetivo es combatir el narcotráfico, en Caracas existe temor de que el movimiento responda a una estrategia de presión para un cambio de régimen.
Una región en alerta y un espacio aéreo bajo escrutinio
La advertencia de la FAA, de carácter “preventivo pero inusual” según analistas, refleja la preocupación por un escenario que podría escalar rápidamente. Para Colombia —país que comparte más de 2.200 kilómetros de frontera con Venezuela— el aviso implica revisar protocolos, fortalecer la vigilancia aérea y anticiparse a posibles cierres o restricciones en rutas estratégicas hacia el Caribe.
La Aerocivil aseguró que seguirá “monitoreando permanentemente la evolución de la situación” y actuará de manera coordinada con autoridades internacionales para proteger las operaciones aéreas que cruzan el espacio venezolano.
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