● Estas figuras que contienen pólvora representan riesgos para personas, animales y ecosistemas.
● El Área Metropolitana del Valle de Aburrá hace el llamado a evitar su comercialización, distribución y uso en esas festividades.
Del tamaño real de una persona, vistiendo ropa vieja y elaborados a
partir de materiales como papel o cartón, los muñecos de Año Viejo utilizados
el 31 de diciembre generan riesgos en las comunidades, el entorno y la fauna al
llevar en su interior pólvora, un elemento perjudicial para la salud y el medio
ambiente.
“Los muñecos de Año Viejo han representado una tradición que
simboliza la despedida del año que termina. Sin embargo, al contener pólvora,
su uso pone en riesgo la seguridad y los ecosistemas. Es momento de que todos
nos sumemos a ser antipólvora y optar por celebraciones más responsables, sin
poner en peligro a las personas, animales y la naturaleza" destaca Luz
Jeannette Mejía, líder de la unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático
del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Debido a la pólvora, estos pueden ocasionar explosiones que conllevan
a quemaduras y lesiones graves, afectaciones a la fauna silvestre y la calidad
del aire, así como un incremento de la contaminación por ruido ambiental.
Desde la entidad se invita a los ciudadanos a evitar estas prácticas en Año Nuevo, denunciando su comercialización, distribución y uso a las autoridades locales para promover celebraciones seguras que protejan la vida.
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